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Noticias Nacionales

El 69 % de las aguas subterráneas del planeta contiene contaminantes químicos persistentes

todayabril 8, 2024

Fondo


El 69 % de las
aguas superficiales y subterráneas del planeta está contaminado por sustancias
químicas persistentes, potencialmente nocivas para la salud y el medioambiente,
según datos de un estudio que recoge este lunes la revista Nature Geoscience.

La investigación
se refiere a un grupo de 14.000 sustancias químicas conocidas como PFAS (de la
abreviación en inglés de sustancias deperfluoroalquiladas y
polifluoroalquiladas) que comenzaron a fabricarse en el mundo en los años 50
del siglo pasado.

Dónde están

Por su enorme
facilidad de resistir el calor, el agua, la grasa o las manchas, están
presentes en todo tipo de productos de uso diario, como sartenes
antiadherentes, ropa, cosméticos, insecticidas, envases alimentarios, o
productos industriales especializados, como la espuma antiincendios.

Las sustancias
PFAS se conocen desde hace décadas como químicos persistentes o eternos porque
se ha visto que una vez liberados en el ambiente o el cuerpo humano suelen
permanecer para siempre, aunque hasta ahora se desconocía la magnitud de su
presencia en el suministro de agua.

El presente
estudio, llevado a cabo por universidades australianas y estadounidenses,
ofrece la primera visión global de cuál es la magnitud de las aguas
contaminadas por PFAS.

Sus datos
provienen de 273 estudios realizados durante los últimos 20 años, en los que se
han analizado más de 12.000 muestras de aguas superficiales y 33.900 de aguas
subterráneas de cara a la recogida de datos para informes gubernamentales o
estudios científicos.

Los
investigadores han visto si los niveles de contaminación por PFAS de esas
muestras excedían las distintas regulaciones nacionales, comprobando que el 69
% de ellas superaba los criterios de seguridad para el agua potable del
regulador canadiense, que es el más exigente.

Por su parte, un
32 % de las mismas muestras superaba el índice de peligrosidad para el agua
potable que tiene Estados Unidos, que es de los menos exigentes.

Los resultados
ponen de manifiesto que la extensión de la contaminación por químicos
persistentes se «ha subestimado», subraya uno de los autores, el
profesor de ingeniería ambiental del centro de estudios del agua de la
Universidad de Sídney (Australia) Denis O’Carroll.

¿Dónde se
concentran?

A los
investigadores les ha llamado la atención, entre otras, las altas
concentraciones de PFAS que se han analizado en embalses de Australia,
especialmente en zonas donde se habían utilizado espumas contra incendios en el
pasado, como instituciones militares o de formación de bomberos.

Que esté en las
presas, no quiere decir que esté en el agua potable, porque las plantas de
tratamiento suelen estar diseñadas para reducir la cantidad de sustancias
químicas en el agua, como las PFAS, aunque los investigadores advierten de que
«no todos los proveedores de agua miden de forma rutinaria los niveles de
estas sustancias».

A pesar de que se
ha investigado poco sobre el impacto de las sustancias químicas persistentes en
la salud, instituciones de salud pública de Estados Unidos y de Europa han
relacionado PFAS con problemas como el menor peso de los bebés al nacer,
niveles más altos de colesterol, reducción de la función renal, enfermedades
tiroideas, menor respuesta a las vacunas y cánceres de hígado, riñón y
testículos.

La Organización
Mundial de la Salud (OMS) declaró el PFOA, un tipo de PFAS, como un carcinógeno
humano de categoría uno en 2023.

Precauciones

O’Carroll
sostiene que tanto los fabricantes como los consumidores deben tener cuidado
cuando utilicen productos que contengan PFAS: «Fabricamos y distribuimos
muchas sustancias químicas sin tener una evaluación completa de sus posibles
efectos sobre la salud», afirma.

«Deberíamos
hacer un uso juicioso de algunas de estas sustancias químicas. Solo porque
estén disponibles, no significa que debamos usarlos», añade en un
comunicado de la Universidad de Sídney.

El investigador y
su equipo están trabajando para desarrollar tecnologías que puedan degradar los
PFAS en los sistemas de agua potable, y estudiando el desarrollo de modelos
predictivos que determinen adónde van a parar los PFAS en el medioambiente.

«Este
estudio hace una importante llamada de atención sobre una gran fracción de las
aguas superficiales y subterráneas a nivel mundial que superan los avisos y
regulaciones internacionales sobre PFAS, y es probable que se subestime la
futura carga ambiental de estos químicos eternos», señala  Begoña Jiménez, investigadora de del
Instituto de Química Orgánica General (IQOG-CSIC) en una reacción de la
plataforma SMC.

EFE





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Escrito por hiperactivafm


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