A pesar de haber sido elegidos en su mayoría por el papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, los 135 cardenales de 71 países que formarán el cónclave que elegirá a su sucesor son un grupo heterogéneo que no se conoce y sin una idea común sobre el futuro de la Iglesia.
El papa Francisco dejó el legado de una Iglesia más universal, con el nombramiento del 80 % de los 135 cardenales que entrarán en la capilla Sixtina para elegir a su sucesor. Será el cónclave más numeroso de los últimos tiempos, ya que lo habitual eran 120.
Uno de los cardenales que estará presente es Francisco Bustillo, obispo de Ajaccio, en Francia. El religioso es nacido en Pamplona, España, y medios de esa región lo apuntan como posible candidato al papado.
Bustillo nació en noviembre de 1968. Inició su camino religioso en la Orden de los Franciscanos Conventuales en Padua, Italia, donde completó sus estudios filosóficos y teológicos en el Instituto Teológico Sant’Antonio Dottore, licenciándose en Teología en el Institut Catholique de Toulouse en 1997.
Fue ordenado sacerdote el 10 de septiembre de 1994.
Durante su carrera, fue párroco de San Buenaventura en Narbona (1994-2007); custodio provincial de Francia y Bélgica (2006-2018); párroco de Sainte-Croix en Narbonnais y miembro del Consejo Episcopal de la diócesis de Carcassonne et Narbonne (2007-2018). Desde 2018 hasta su nombramiento como obispo, fue custodio del convento Saint-Maximilien Kolbe de Lourdes, delegado episcopal para el santuario de Lourdes y para la protección de menores y, desde 2020, miembro del consejo episcopal de la diócesis de Tarbes et Lourdes.
El 11 de mayo de 2021, el papa Francisco le nombró obispo de Ajaccio. Fue consagrado el 13 de junio de 2021 en la catedral de Ajaccio.
