El cinismo del diputado y ex fiscal Zubia

Los archivos de la memoria

Vino a mi memoria el último diálogo que mantuvimos.

Hace unos 20 y pico de años se desempeñaba como fiscal en Maldonado. Según él mismo relató, un domingo mientras estaba en su casa escuchó sobre incidentes en una cancha de fútbol. Inmediatamente solicitó la intervención del juez de turno y pidió el procesamiento de varios jugadores participantes.

Pocos días después me lo encuentro en la calle.

Le pregunté por qué razón no actuaba igual en todos los casos, porque yo publicaba todos los días notas y documentos en La República, revelando actos de corrupción de los gobernantes de la época, y usted nunca me citó siquiera para informarse – le dije.

Su respuesta fue: «Bueno yo no puedo estar oyendo o leyendo todos los medios todos los días – y agregó – además ¿usted qué quiere? ¿que llene el estadio de gente?

Donde van a ir no es su problema ni el mío. Su padre y su tío en dictadura, sin potestades legales, lo hicieron. Usted ahora tiene la Constitución y la ley de su lado, ¿cuál sería el problema?, pregunté.

Fue nuestro último diálogo, nunca más me habló.

Hoy Zubía se presenta como un luchador contra la delincuencia. Claro, siempre que se trate de marginados. Porque con los poderosos no actuó igual.