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Noticias Nacionales

El enchastre

todaymarzo 18, 2024

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La experiencia indica que los enchastres, y sobre todo los más escabrosos, son desde hace un tiempo cosa de todos los días en las campañas electorales. En los últimos años, varias primeras figuras de la izquierda han sido víctimas de escarnios y procesos judiciales amañados. A Evo Morales le inventaron un hijo falso, a Lula lo metieron preso, al correísimo quisieron vincularlo con el asesinato de un precandidato, a López Obrador lo quisieron vincular con el narco, a Aníbal Fernández, en Argentina, le quisieron cargar un triple homicidio y consiguieron que un condenado dijera en televisión que era “la morza”, una suerte de figura mitológica del hampa. En todos los casos, las denuncias se produjeron en campaña, se difundieron en la prensa y en las redes y, en todos los casos, se demostraron falsas. Lula hasta fue preso durante más de un año por una operación de enchastre completamente falsa.

Si alguien quiere ubicarse en la recontra neutralidad crítica, ante algo que no tiene pruebas, tiene que elegir a quién creer, y, para ello, evaluar motivos para creer o no a la denunciante o al denunciado.

Motivos para no creer a la denunciante hay muchos: el primero es la oportunidad. La denuncia se hace en campaña y denuncias hechas en campaña tienen intención política. Y si tienen intención política es más probable que se ajusten a esas intenciones y no a la verdad. En segundo lugar, es realmente difícil creer que una persona que vive en contacto con la realidad recién conociera a Orsi en esta campaña electoral. Porque Orsi es intendente de Canelones desde hace casi diez años. Es una de las figuras públicas más conocidas del país y no parece verosímil que nunca antes lo hubiese identificado. En tercer lugar, porque la denuncia se hizo a las dos de la madrugada diez años después de los hechos. Y una denuncia hecha en una comisaría de madrugada diez años después de los hechos denunciados es extrañísima. Es más, habría que ver si hay algún precedente en la historia de las denuncias en Uruguay de una denuncia hecha de esta forma y a esa hora diez años después de los hechos denunciados. Me la juego a que no.

También resulta muy sospechoso que las dos denuncias que este caso involucra, la amenaza de muerte a Romina Celeste y la denuncia contra Orsi, hayan caído en dos fiscalías cuyos titulares son notoriamente cercanos al Gobierno. De Diego Pérez, para qué abundar, si hasta hacía perfiles de sus colegas fiscales para mandar a Presidencia, y de la fiscal Sandra Fleitas ya se sabe que es nacionalista, que fue propuesta por Cabildo Abierto para un posible colegiado en la Fiscalía de Corte y que tiene un legajo que incluye suspensiones ratificadas por la Justicia por irregularidades y arbitrariedad.

Motivos para no creer en Orsi no hay ninguno. No tiene antecedentes, nunca recibió una denuncia de este tipo, es candidato, por lo que está expuesto a operaciones políticas y hay muchos intereses en destruirlo por cualquier medio, y lleva una vida pública desde hace muchos años sin manchas de ninguna clase.

Todo sugiere una campaña sucia de enchastre. Y las campañas sucias son comunes en este momento de la historia, sobre todo contra candidatos de izquierda. Hay plata para eso. Hay incentivos demasiado grandes. Y cuando hay incentivos económicos y políticos tan importantes, hay mucha gente capaz de incurrir en la maledicencia.

Es normal que Orsi no haya denunciado la difamación, porque sería un circo todavía más grande, escalaría el tema y tampoco es claro que se pueda resolver hacia ningún lado. ¿Por qué? Porque estamos ante hechos inverificables, pero también imposibles de desmentir a ciencia cierta. Es una especie de palabra contra palabra y la Justicia terminaría sin poder concluir ni la difamación ni lo contrario, en una causa sumergida en la oscuridad de la que no hay pruebas.





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Escrito por hiperactivafm


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