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Joaquín Ruffo, de ocho años, fue asesinado por su padre en Lomas de Zamora (Argentina) y una tarea escolar reveló indicios que daban cuenta del fatal desenlace. La consigna indicaba que había que completar las caras con las expresiones que el alumno prefiriera.
La mamá de Ruffo, en diálogo con TN Noticias, contó que cuando vio cómo su hijo había completado la tarea fue a hablar “llorando” con la directora del centro de enseñanza pero no le prestaron atención.
En otra parte de la tarea, se pedía identificar qué sentimientos aparecían según el lugar o la experiencia de vida. Allí, Ruffo completó con una respuesta estremecedora: “Colegio: tranquilo y cansancio”; “Casa: miedo”.
Diego Lugones, abogado de la familia, adelantó que dentro de unos meses denunciarán al colegio porque entienden que actuó con “negligencia”.
“Joaquín daba un montón de indicios de que tenía miedo en la casa y el colegio debió hacer una denuncia al tomar conocimiento, no solo por el padre, sino por la madre porque no sabían de dónde salía el miedo”, añadió y consideró que si eso hubiera pasado, quizá se habría evitado la muerte del menor.
El padre de Joaquín, Alejandro Ruffo, asesinó a su hijo por celos de la madre con quien ya no estaba desde hace algún tiempo. Según informó la Policía de Argentina, le tapó la cabeza con una almohada durante una noche que había quedado solo con el niño.
La madre contó que, pese a estar separado, vivían juntos porque el asesino había prometido que se iría de la casa. Sin embargo, además de que esto último no sucedía, aumentaba la violencia verbal tanto contra el menor como con la mujer.
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