EL GRAN SIMULADOR, EMILIANO COTELO

Emiliano Cotelo es un excelente comunicador, con brillante presencia y perfección (opinión generalizada). Con gran prestigio ganado en décadas en el Uruguay. Sus famosas Tertulias, con panelistas de fuste, acaparan mucha audiencia sin dudas. Hace pocos días, se armó un mediático lío con uno de sus participantes más notorios y polémicos. Esteban Valenti anunció su “nunca más voy a estar en la Tertulia”, en forma sorpresiva para todos. Durante 18 años Valenti puso su impronta en la mesa, generando aplausos y abucheos. Muchas veces, vimos a Cotelo no mostrar su disconformidad con la forma y los dichos de Valenti. Otras veces, Cotelo las expuso al aire contra su panelista, generando un apasionado y fructífero contrapunto para la audiencia. Los intentos de apaciguar de Cotelo a Valenti fueron en vano, pero reitero, sumaban positivamente al producto radial. En términos futbolísticos populares, a ambos se les “veía la camiseta” en cada intervención. Con una gran diferencia, la camiseta de Valenti todos la conocemos. La de Cotelo, pocos la conocen. Cotelo no es periodista, se trata de un empresario, que se quiere mostrar como periodista. Qué internamente, cuando se prende la luz roja, conoce sus límites. Los límites que se auto impone Cotelo con sus auspiciadores. Bien dice Valenti en su respuesta a Cotelo: “Cuando la plata pasa a ser la referencia fundamental, las consecuencias son catastróficas, no por mi exclusión del programa, sino por la traición a sus oyentes, que eran plurales y amplios” Cotelo ha sido un fabuloso actor ante su audiencia, pero nunca dejó de ser un gran operador hacia su propia ideología y su cuenta bancaria. Su habilidad, con su facilidad de palabra, es engañar a su audiencia, y hacerles creer que es pluralista, es digno de aplausos. Pero Cotelo es un gran simulador. Detrás de su apariencia hay un periodismo militante claro y contundente. Valenti pasó los límites impuestos por los bolsillos de Cotelo. Y el botón rojo fue Conexión Ganadera. Cómo va a permitir Cotelo que quede al descubierto la estafa ruin de sus amigos y benefactores en su propio programa? Y Cotelo perdió la línea. Al llamar a Valenti lo estaba censurando. Los tweet de Valenti hicieron sonar la alarma del empresario Cotelo. Y no se aguantó, lo llamó a reprenderlo y amenazar a Valenti. Y en la conversación, al ver que Valenti no daba un paso atrás, resolvió sacarlo de la tertulia. Quiso buscar una salida conciliadora, pero Valenti no es tonto.Y lo demás es público. La mala leche de Cotelo, apostando a su verborragia y trayectoria, creyendo en su postura intelectual. La respuesta acalorada de Valenti, exponiendo a Cotelo. Simplemente, a Cotelo se le cayó la careta. Mostró al fin la hilacha. El gran simulador, quedó expuesto, había mucha plata ya cobrada en juego. La diferencia es clara y sólo no la ve quien no quiera ver. Valenti es un militante. Cotelo es un periodista militante.