La cartera dará diez cursos en el marco del rediseño del plan impulsado por el Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC).
El 14 de febrero se reanudará el proceso de formación de asistentes personales. El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) lanzará diez cursos en el marco del rediseño del plan impulsado por el Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC).
Estos cursos serán realizados en todo el país tras un acuerdo con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y la UTU, y contarán con 25 cupos por departamento.
La directora de Cuidados del Mides, Florencia Krall, dijo a El País que la meta para el año 2022 es profesionalizar a los 1.800 cuidadores que trabajan dentro del sistema y que a juicio de la cartera no tienen las aptitudes necesarias para el cargo.
«Apuntamos a que sea un trabajo de especial profesionalización. Nos parece que tener a personas trabajando como cuidadores asistentes en casas de familia y que no tengan formación es un asunto que no es correcto ni conveniente. Tenemos a 1.800 en esta situación», explicó la jerarca del Mides.
«Proponemos dar herramientas de cuidados con una perspectiva centrada en la persona. Antes no estaba centrado en la persona, sino en el sistema», agregó Krall.
Por otro lado, destacó que el Mides trabaja en la conformación de un manual de «humanización de cuidados», así como en mejorar el protocolo para recibir las denuncias y quejas de aquellas familias y usuarios que no están conformes con el servicio que reciben.
En 2020 el Mides detectó una larga lista de denuncias de cuidadores sobre malos tratos que supuestamente habían recibido de parte de sus asistidos. También hubo varias denuncias de familiares disconformes con el servicio que se les ofrecía. En algunos casos se narraban hechos de violencia y hasta de acoso.
Una de las denuncias salió a la luz en diciembre de 2020 y era de una madre que advertía que su hijo había aparecido «con marcas en la cola». Otro abuelo denunció el 7 de junio de 2018 que el asistente maltrataba a su nieto: «Le da de comer rápido para irse, haciéndolo vomitar». En otro caso las quejas fueron de vecinos. «Todos los vecinos estamos indignados por la calidad del servicio asignado. La paciente grita constantemente porque no está acompañada. El cuidador va con la señora y su hija de dos años a cumplir las funciones. Y no cumple la cantidad de horas, por lo menos en el domicilio donde debería hacerlo», detalló ese otro reclamo.
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