El millonario contrato del Ejército de EE.UU. para usar IA en el campo de batalla

El Ejército de EE.UU. firmó un contrato por 98,9 millones de dólares con la ‘startup’ TurbineOne para el uso de inteligencia artificial (IA) en el campo de batalla, según revela The Wall Street Journal.

De esta manera, los militares estadounidenses están comenzando a llevar IA en sus bolsillos y mochilas. Según el informe, el software de TurbineOne, firma con sede en San Francisco y de apenas cuatro años de antigüedad, se ejecuta en las computadoras portátiles, teléfonos inteligentes y drones de los soldados, eliminando la necesidad de una conexión constante a la nube.

Esa aplicación de IA permite a los uniformados identificar rápidamente las amenazas, como, por ejemplo, un sitio de lanzamiento de drones o una posición oculta de las tropas, y el contexto necesario para decidir cómo responder. Todo ello sin depender de la participación de analistas a distancia.

Andrew Evans, director de Estrategia y Transformación del Ejército, señaló que el objetivo del servicio es procesar datos de 10 a 25 veces más rápido que sus adversarios, un punto de referencia que considera crucial para tener superioridad en el campo.

Según el alto ejecutivo del Ejército, este software podría comprimir una tarea que podría llevar a un humano 20 horas, como clasificar imágenes de cientos de millas cuadradas de terreno, hasta en 20 segundos.

Modernización

En abril pasado, el Ejército recibió la orden de transformarse en una fuerza de combate moderna, con la utilización de menos personas y tecnología menos costosa pero aún letal. La directriz provino del secretario de Defensa, Pete Hegseth.

Según Evans, el servicio de TurbineOne forma parte de esa transformación. Esa IA, entre otras cosas, examina grandes conjuntos de datos de imágenes infrarrojas, radar, señales de radio y otras fuentes; los militares podrían indicarle que detecte categorías generales de amenazas, como, por ejemplo, cualquier dron aéreo, así como específicas, como un tipo particular de tanque armado con armas particulares.

De momento, el Ejército está poniendo en marcha la aplicación en una unidad a la vez, comenzando con la infantería y la caballería, probando el software y recopilando comentarios de los soldados respecto a su uso.