El plebiscito es una campaña por la vida

Pasaron 51 años y hay desafíos que siguen planteados. ¿Cuáles son los principales desafíos, hoy en 2024, para el movimiento sindical?

-Creo que frente a la tendencia universal de mercantilización de todas las cosas, el movimiento obrero lucha por convertir las necesidades humanas en derechos reales, fundamentales. En definitiva, el movimiento obrero sigue desarrollando la lucha por tareas democráticas que tienen que ver no solamente con el derecho y la capacidad de elegir y ser elegido para los organismos de gobierno, sino también, y al mismo tiempo, para construir una sociedad intensa en trabajo de calidad, intensa en superar una situación en la cual 100.000 trabajadores más, ya a esta altura, en el entorno de 550.000, ganan menos de $25.000 por mes; en donde hay tendencias a la precarización de la sociedad y del trabajo, en donde se viene aplicando un modelo de desigualdad que hace que crezca la pobreza y esto se refleja de manera inadmisible en el crecimiento de la pobreza infantil. Es decir, en un proceso en el cual el movimiento obrero pone proa a una democracia más profunda y que esté basada en un modo de acumulación en el cual la rentabilidad no sea el único eje vertebrador del trabajo, sino que el trabajo y la buena vida se conviertan en derechos reales de la gente. Así que, en definitiva, hay una agenda grande de todos esos procesos que tuvieron una visión, un análisis científico de los problemas de la sociedad latinoamericana y uruguaya, un programa de unidad que es el que salió del Congreso del Pueblo, el propio proceso de la unificación de todo el movimiento obrero en una sola central; otros caminos de la unidad popular que tienen en su horizonte, en definitiva, un programa que efectivamente realice las aspiraciones de las grandes mayorías. Eso sigue estando arriba de la mesa.

Plebiscito

Si vamos a aspectos concretos, ¿cuáles son los principales desafíos?

-En primer lugar, luchar por la diversificación de la matriz productiva y la contracara de esto que es profundizar la integración regional de América Latina. Porque, en definitiva, la base de cualquier proceso que mejore las condiciones de vida de la gente es que nosotros superemos el modo de acumulación dependiente y pasemos a conquistar grados de libertad. Desde el punto de vista de promover la reactivación de la política industrial, establecer el impulso a los puestos de trabajo de calidad, medidas enérgicas, digamos, que permitan erradicar la pobreza de este país, caminos que permitan abrir cauces de redistribución de la riqueza. Y en ese cuadro, obviamente, de promover los puestos de trabajo de calidad y la diversificación de la matriz productiva, apuntar a la reducción de la jornada laboral a través de una ley y que, a su vez, luego de esa ley, en cada rama de actividad se aplique como conquistas que se generalizan a todo el movimiento obrero; convertir la seguridad social en un derecho humano fundamental ahora en el plebiscito; es decir, un conjunto de tareas que tienen que ver con promover una inserción más dinámica del país en el contexto internacional actual. Diversificar la matriz productiva pero ensanchar los derechos de la gente.

Fue una gesta histórica de la clase obrera organizada, que realmente dio una respuesta maravillosa Fue una gesta histórica de la clase obrera organizada, que realmente dio una respuesta maravillosa

Acaba de mencionar el plebiscito y este año es particular porque hay elecciones nacionales, se viene un cambio de gobierno, pero además en octubre se va a votar el plebiscito. ¿Cómo se prepara el movimiento sindical para eso?

-Con una campaña de diálogo sumamente intensa con toda la población para que además de la votación legítima de nuestro pueblo a los distintos sectores políticos que cada uno decida acompañar, ponga la papeleta que vuelve a promover el derecho a jubilarse a los 60 años y convierte la partida básica de cada persona, sea jubilación o pensión, en un valor equivalente al salario mínimo nacional y al mismo tiempo erradica el lucro financiero de la seguridad social en tanto enfrenta objetivamente una dicotomía entre los privilegios y la vida. Porque en definitiva es eso, es una campaña por la vida y por convertir la seguridad social en un derecho humano. Como están dadas las cosas, creo que va a llevar a que el movimiento sindical organice su acción en un diálogo importante con toda la población a los efectos de que acompañe esta propuesta.

Pit-Cnt y seguridad social

Desde que se comenzó a recoger las firmas, se inició una campaña de miedo entre la población en contra del plebiscito. ¿Eso cómo piensan enfrentarlo?

-Con la verdad, con la ética de una propuesta que es justa, porque es inadmisible que alguien se pueda oponer a que una persona que trabajó toda su vida no tenga derecho a ganar por lo menos un salario mínimo nacional. Es inadmisible que algún fundamento tenga que ver con oponer el ingreso del jubilado a abatir la pobreza infantil, cuando son cosas que, está más que demostrado, van de la mano. Es inadmisible que alguien haga anuncios tremendistas sobre las presuntas dificultades fiscales que genera el acceso a la seguridad social como derecho humano fundamental, cuando el propio Cinve (Centro de Investigaciones Económicas) establece que con el ingreso del dinero de las AFAP al Banco de Previsión Social se resuelven recursos para la seguridad social. Una propuesta que en realidad resuelve recursos por lo menos hasta por dos décadas que ingresan y que luego en definitiva puede tener la necesidad de alguna asistencia financiera del Estado, pero en términos radicalmente diferentes a lo que ellos anuncian. Y en definitiva convierte la cuestión de la seguridad social en una realidad tangible para miles de trabajadores que fueron básicamente despojados por la ley 20.130 (de reforma de la seguridad social aprobada en 2023).

El plebiscito es una campaña por la vida y por convertir la seguridad social en un derecho humano El plebiscito es una campaña por la vida y por convertir la seguridad social en un derecho humano

Ahora la tarea es salir a los barrios, ir a los lugares de trabajo, promover asambleas, explicar, dar debates, desarrollar talleres, o sea desarrollar una campaña que desde el pie genere las condiciones de que la gente vote por sus derechos.

Y que la contracara de esto, que tiene un eje en pensar un modo de acumulación distinto, en que efectivamente en el futuro se redistribuya la riqueza y que también pague más el que tiene más, la contracara, digamos, de una base que tiene que ver con la reindustrialización del país y la política industrial y la inserción internacional adecuada para esto, que permita diversificar la matriz productiva. La contracara de nuestra labor desde el punto de vista de convertir la seguridad social en un derecho humano fundamental, son las políticas de vivienda, son las políticas de superación de la pobreza, son las políticas de trabajo de calidad y básicamente la reducción de la semana laboral, la reducción de la jornada de trabajo, que es también una conquista adecuada para que nuestro pueblo pueda por lo menos disfrutar en parte de las conquistas de la actual revolución tecnológica.

Mencionó la revolución tecnológica, ¿cómo se posiciona el movimiento sindical frente a eso? Porque son unos cambios brutales en el trabajo y la sociedad.

-Con la propuesta que hicimos el Primero de Mayo sobre la necesidad de convocar a un Diálogo Nacional por el Desarrollo Productivo del País, en donde los trabajadores y el pueblo no sean espectadores pasivos de decisiones que toman otros en materia tecnológica, sino que pueda el movimiento unido, popular, participar efectivamente en la definición de qué perfil tecnológico que nos interesa para nuestro propio desarrollo. Porque hoy por hoy la innovación tecnológica muchas veces nos viene desde afuera, directamente desde las transnacionales. Se trata de abrir un cauce que permita la correcta inversión en la educación, en la Universidad de la República, en la investigación y el desarrollo y de los parámetros de la innovación tecnológica y las formas de distribución de la riqueza que trae aparejados, sean definidos democráticamente a través de ese diálogo social por el desarrollo productivo.