El PNV salva el Gobierno pero no el futuro: cuatro años para contener a Bildu con un lehendakari incógnita

Nada cambia pero todo es distinto. Tras este 21-A surge una nueva sociedad vasca. Una sociedad que le dice al PNV que a partir de ahora no lo va a tener fácil. Los jeltzales salvan el Gobierno en esta legislatura con 27 escaños, pero no el futuro. Bildu consigue otros 27 asientes, aunque menos votos. Ha estado cerca de gobernar por primera vez unas elecciones, pero serán los de Imanol Pradales (PNV) mantendrán el poder gracias al apoyo del PSE-PSOE, al que la negativa del candidato abertzale, Pello Otxandiano -a priori de las nuevas generaciones y sin ningún tipo de vínculo con Batasuna- de llamar a ETA banda terrorista se lo ha puesto fácil al partido socialista. Se posicionará así junto al que siempre ha sido su socio en la región, el PNV, y sin ningún riesgo de que peligren los pactos a nivel nacional: entre los dos suman 39 diputados (los socialistas han logrado 12) y superan los 38 en los que se sitúa la mayoría absoluta.

Pese al triunfo (muy justito), el PNV debe reflexionar. Tiene ahora cuatro años para contener a Bildu con un lehendakari que de momento es toda una incógnita. Por primera vez en doce años el PNV no tiene a Iñigo Urkullu como aspirante a la Lehendakaritza, y Pradales hereda una gran responsabilidad con el objetivo de alcanzar un nuevo liderazgo. Su perfil es el de un candidato joven que busca renovar la ilusión del electorado de un PNV que es visto como demasiado conservador por los jóvenes. Es Bildu el que moviliza a los de menor edad. De hecho, es el partido con más éxito entre las franjas de 18 a 44 años, y también entre los estudiantes. De hecho, si solo votasen los jóvenes, EH Bildu obtendría el 37% de los votos, según un estudio de la EITB Focus publicado en marzo.

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Y es que hay que tener en cuenta que la situación política actual nada tiene que ver con la de hace doce años (y posiblemente tampoco con la de dentro de cuatro). Los analistas consultados por Infobae España así lo aseguran. En primer lugar, porque EH Bildu nació en junio de ese mismo año. “Gente que no se veía representada en las instituciones o en los partidos políticos antes de 2012, a partir del nacimiento de nuevos partidos ve a quién votar”, puntualizó en declaraciones a este medio la politóloga Ainara Villaño. “Esos jóvenes que en 2012 se estaban absteniendo ahora están optando por Bildu”, apunta. En esta legislatura que comienza ahora el PNV se la juega: la clave será ver si se incrementa la expectativa de cambio y Bildu acaba movilizando a más votantes.

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Aunque el ganador sale el último a declarar, Andoni Ortuzar ha comparecido ante la prensa nada más conocerse el resultado. “El PNV ha ganado las elecciones. Es la primera fuerza política con 30.000 votos más que la segunda fuerza. Agradecemos la confianza depositada por el pueblo vasco. Sabemos que este respaldo lanza un mensaje claro para avanzar hacia el futuro y mejorar el bienestar de la ciudadanía vasca con servicios públicos. No vamos a fallar tras esta confianza, vamos a fortalecerla. Ahora tomamos en nuestras manos la responsabilidad de proceso de elaborar el gobierno y las instituciones”, ha asegurado.

“Tenemos un programa sólido de gobierno que consensuaremos y mostraremos nuestra capacidad de gobernar como todos estos años. Vamos a mostrar confianza y credibilidad para afrontar los retos de hoy y del futuro”, ha continuado.

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