El ‘zar’ de la artillería moderna: militares rusos revelan secretos del cañón de alta potencia 2S7 Pión

El cañón autopropulsado 2S7 Pión (Peonía) del Ejército ruso es uno de los más potentes sistemas de artillería en el mundo. Es capaz de arrasar objetivos en la retaguardia profunda del enemigo, incluidos fortines, puntos de mando, armas de fuego y material blindado.

El Ministerio de Defensa de Rusia ofreció este domingo algunas características de este ‘zar pushka’ (cañón zar) de la contemporaneidad y explicó por qué no tiene parangón y por qué los artilleros lo apodan de ‘dios de la guerra’.

Cada proyectil de Pion pesa 110 kilogramos y es capaz de arrasar con una cuadra entera. El cañón tiene un alcance de 49 kilómetros, algo que permite impactar en objetivos ubicados muy lejos detrás del frente. Una peculiaridad de esta pieza de artillería es que la carga se introduce por medio de saquetes de cartucho y no en cápsulas.

Los artilleros utilizan los Piones en la zona de operación militar especial para destruir los objetivos más importantes y mejor protegidos. Estas piezas asestan golpes donde el enemigo no los espera en absoluto.

La táctica de las unidades artilleras se fundamenta en el criterio de velocidad. Los operadores avanzan rápido hacia la posición de fuego, despliegan el cañón y lo apuntan en cuestión de minutos. Un sistema automatizado de carga contribuye a un alta cadencia de fuego, pero la regla clave es disparar y abandonar el lugar rápido.

«Tenemos 15 minutos para desplazarnos, desplegarnos, orientarnos y apuntar y luego doy una señal allí, [aviso] al punto de mando que estamos listos para el trabajo», relató el oficial de una batería, alias ‘Kostior’. «Disparamos contra la retaguardia profunda, destruimos los más nuevos sistemas de la artillería enemiga«, detalló. 

El fuego de día y de noche de los Piones no deja que el enemigo mueva sus reservas y sirve de apoyo a las unidades de ataque y de fusileros motorizados en su ofensiva. Cuando un proyectil de calibre 203 milímetros impacte en su objetivo, no queda nada del mismo. Es por eso que este cañón autopropulsado se apoda como ‘dios de la guerra’ entre los demás sistemas de artillería.