Entre el palo y la zanahoria: ¿cómo navega la UE por las revueltas aguas arancelarias de Trump?

La Unión Europea (UE) está dispuesta a adoptar medidas de respuesta al aumento de 30 % de los aranceles a sus productos anunciado por Donald Trump. Las contramedidas se están preparando a pesar de la advertencia del presidente de EE.UU. a los países afectados por sus tasas aduaneras para que se abstengan de tomar represalias.

Planes de contraataque

«Estamos listos para responder con contramedidas, nos hemos preparado para esto y podemos responder con contramedidas si es necesario», declaró el pasado domingo la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. Esta decisión de Bruselas de reservarse la opción de contraatacar en la nueva batalla de la guerra arancelaria iniciada por Trump cuenta con el apoyo de la mayoría de capitales europeas. 

Así, el ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, en una entrevista con el diario Il Messaggero publicada este lunes, aseveró que el bloque comunitario ya ha preparado una lista de aranceles por valor de 21.000 millones de euros (más de 24.000 millones de dólares) sobre productos de origen estadounidense que se aplicarán si Bruselas y Washington no llegan a un acuerdo comercial antes del 1 de agosto, fecha cuando entran en vigor las tasas de Trump.

Asimismo, el ministro italiano advirtió de que los contraaranceles europeos podrían ir seguidos de un segundo paquete de medidas. Al mismo tiempo, expresó la esperanza de que las partes podrán lograr avances en las negociaciones y llegar a un acuerdo.

«Los aranceles perjudican a todos, empezando por EE.UU. Si la bolsa cae, las pensiones y los ahorros de los estadounidenses estarán en riesgo», advirtió.

Además, recalcó que el objetivo de la UE a largo plazo es un escenario de «aranceles cero». «Un mercado abierto entre Canadá, EE.UU. México y Europa», afirmó.

En busca de una respuesta coordinada

Von der Leyen hizo sus declaraciones luego de una reunión con el presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, encuentro que permitió lograr un avance significativo en las negociaciones de libre comercio de la UE con este país asiático, que enfrenta aranceles estadounidenses del 32 %.

Además, según información de Bloomberg, la jefa del Ejecutivo europeo tiene previsto hablar este lunes con el primer ministro canadiense, Mark Carney, en busca de una respuesta coordinada ante la política comercial de Trump.

En este sentido, la agencia indica que la UE intenta hallar un compromiso con otras naciones afectadas por las tasas de Trump, sobre todo dentro del Grupo de los Siete, como Canadá y Japón. Al respecto, el negociador comercial jefe de la UE, Maros Sefcovic, señaló que «existe una nueva sensación de urgencia» en el contexto del riesgo de una ampliación de las guerras arancelarias.

«Necesitamos explorar hasta dónde y con qué profundidad podemos llegar en la región del Pacífico con otros países», dijo la jefa de Competencia de la UE, Teresa Ribera, al agregar que el bloque comunitario está llevando negociaciones comerciales con la India.

Ante esta situación, el ministro de Comercio austriaco, Wolfgang Hattmannsdorfer, expresó este lunes su apoyo a los esfuerzos de la CE «por establecer alianzas globales con otros países amenazados por los aranceles estadounidenses». «Juntos podemos aumentar la presión sobre EE.UU.», aseveró.

Oscilando entre el diálogo y las represalias

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, lamentó que el anuncio de Trump del aumento de tasas al 30 % se diera después de semanas de «intenso compromiso» por parte de Bruselas en las negociaciones con Washington sobre la base de una oferta sólida «hecha de buena fe».

El mandatario instó a la CE a defender decididamente los intereses de la UE con la «preparación de contramedidas factibles, movilizando todos los instrumentos a su disposición, incluida la anticoerción, si no se llega a un acuerdo antes del 1 de agosto».

Al mismo tiempo, expresó su apoyo a la táctica de la CE de aplazar las contramedidas arancelarias del bloque hasta esa fecha, aprovechando este plazo para buscar una solución negociada con Washington que refleje «el respeto que se deben mutuamente socios comerciales como la UE y EE.UU., con intereses compartidos y cadenas de valor integradas».