España amaga con vetar el 5 % del PIB para defensa que exige la OTAN
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Sánchez asegura que el incremento dañará el crecimiento económico, perjudicará el Estado del Bienestar y podría desviar recursos a proveedores no europeos.
Cuando tan solo quedan días para que se celebre la próxima cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en La Haya, prevista entre el 24 y 26 de este mes, el consenso sobre dedicar el 5 % del PIB a Defensa amenaza con esfumarse.
Uno de los principales detractores es el presidente de España, Pedro Sánchez, quien este jueves contestó la carta enviada por el secretario general de la Alianza, el neerlandés Mark Rutte, para instar a los aliados a hacer el aumento del gasto militar, en línea con los deseos expresados por el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Alcanzar esa cifra, a la que no llega ninguno de los socios de la OTAN, ni siquiera EE.UU., significaría para España aumentar su gasto en defensa hasta los 80.000 millones de euros anuales, casi 50.000 más de los que va a dedicar en este ejercicio.
«Irrazonable» y «contraproducente»
En su misiva, Sánchez afirma que España «no puede comprometerse en esta Cumbre con un objetivo específico de gasto en términos de PIB», según informa Público. En esa línea, considera que alcanzar ese porcentaje sería «irrazonable» y «contraproducente» porque acabaría dificultando los esfuerzos de la Unión Europea (UE) «para fortalecer su ecosistema de seguridad y defensa».
El mandatario español argumenta que realizar compras inmediatas de material bélico supondría desviar una parte importante de los recursos a proveedores no europeos, «lo que impediría el desarrollo de su propia base industrial».
También alega que el incremento supondría un aumento de la deuda de los países del bloque comunitario, lo que ralentizaría el crecimiento económico y elevaría la inflación.
Sánchez también afirma que el aumento de esa partida pondría en peligro el Estado del Bienestar. «Alcanzar un gasto del 5 % será imposible salvo que se acepte aumentar los impuestos a la clase media, recortar servicios públicos y prestaciones sociales a los ciudadanos y reducir nuestro compromiso con la transición ecológica y la cooperación internacional para el desarrollo», escribió.
Voces que disienten
España lidera la oposición a la propuesta de Rutte, que planteó un 3,5 % de gasto militar puro y el 1,5 % restante de inversiones relacionadas con ciberseguridad, infraestructuras y otros. Sin embargo, otros países mantienen la misma postura.
Cualquiera de ellos podría bloquear el acuerdo, pues es necesario que se tome por unanimidad, o, al menos, sin ningún voto en contra.
La presión estadounidense para aumentar el gasto se ha incrementado con aterrizaje del presidente de EE.UU., Donald Trump, en la Casa Blanca, y en un escenario de conflicto abierto en Oriente Medio.
Por otra parte, algunos miembros de la OTAN han insistido en el rearme para defenderse de la supuesta «amenaza rusa», que ha sido calificada de «disparate» por el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
«Todos entienden que es un disparate y mienten a su propia población para asegurarse de sacar dinero del presupuesto«, declaró Putin el miércoles, tras recordar que el gasto militar de Rusia es muy inferior que el de la Alianza Atlántica y que la población europea prácticamente triplica a la rusa.
«Un propagandista de Hitler decía: ‘Cuanto más inverosímil es la mentira, más rápido se la van a creer’. Esa leyenda de que Rusia planea atacar a Europa, a los países de la OTAN es justo aquella mentira inverosímil que buscan hacer creer a la población de los países de Europa occidental», manifestó, indicando que ni aquellos que propagan esa idea se la creen.
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