Exbasquetbolista brasileño es detenido por intento de feminicidio tras dar 60 puñetazos a su novia

El exjugador de baloncesto Igor Eduardo Pereira Cabral fue arrestado el sábado pasado tras agredir a su pareja, Juliana Garcia dos Santos Soares, de 35 años.

El ataque ocurrió en un elevador de un edificio residencial en la ciudad de Natal, en el estado brasileño de Rio Grande del Norte. Un video grabado por la cámara de seguridad del ascensor muestra al hombre golpear más de 60 veces a su pareja directamente en el rostro.

La mujer requirió atención médica inmediata y fue trasladada al Hospital Monsenhor Walfredo Gurgel, ya que registró severas lesiones en la mandíbula, la nariz, el globo ocular del lado izquierdo, el maxilar y la mejilla, y ahora está a la espera de una cirugía que está programada para el próximo lunes, recoge el medio Folha de Sao Paulo.

Según los medios brasileños, el portero del edificio alertó a la Policía sobre la agresión tras ver las imágenes de seguridad. Cabral fue detenido por intento de feminicidio y permanece en prisión preventiva mientras se llevan a cabo las investigaciones a cargo de la Policía Civil de Rio Grande del Norte.

La discusión había iniciado cerca de la piscina del edificio donde ella vivía, después de que el viera mensajes de texto en los que se comunicaba con un amigo de él, sin segundas intenciones. «No le gustó y tiró mi celular a la piscina», relató.

Tras el episodio, la pareja decidió subir al apartamento en elevadores distintos, pero al llegar a su piso, él mostró una actitud agresiva, por lo que Juliana decidió no salir del ascensor. «Le dije que no saldría porque tenía miedo que él hiciera algo. No salí del elevador porque en el pasillo no hay cámaras. Él quería convencerme de que saliera y fue cuando me dijo que moriría y empezó a golpearme«, continúo.

La pareja llevaba junta casi dos años, dijo Juliana, revelando que, a pesar de haber cometido violencia psicológica contra ella, no esperaba que Cabral fuese capaz de intentar matarla.

El agresor se defendió argumentando que pasó por un «ataque de claustrofobia», sin embargo, la delegada frente al caso no quedó convencida.

«Su declaración fue muy sucinta, justificó esa situación de claustrofobia que, quisiera o no, estaba en el elevador; lo que, en mi opinión, no es ninguna justificación para lo que hizo. También dijo que era autista, y aparte de eso no dio más detalles», dijo Victoria Lisboa, delegada especializada en atención a la mujer de Natal.