Francisca González, la madre del conquistador español que sometió a los incas: ¿quién fue esta mujer apodada ‘La Ropera’?

Durante nuestra educación escolar, se nos impartieron conocimientos sobre distintos acontecimientos históricos del Perú, sobresaliendo la conquista española como un capítulo fundamental en el contexto de la historia latinoamericana. En las clases, solía ser habitual que nuestros profesores contaran la llegada de Francisco Pizarro y su contingente al Tahuantinsuyo, un imperio que se vio sometido a la violencia ejercida por los conquistadores españoles.

A medida que transcurrían las clases de historia del Perú, los estudiantes se familiarizaban con hechos importantes como la captura de Atahualpa durante la emboscada en Cajamarca, un suceso que señalaba el inicio del declive del Imperio inca; la exigencia de un cuarto lleno de oro y plata para su rescate; la ejecución de Atahualpa; la fundación de ciudades, tales como Lima, que se establecerían como epicentros de la gestión española en el Nuevo Mundo, entre otros acontecimientos.

Durante las clases de historia, se podía percibir que algunos estudiantes manifestaban un interés por el curso, aunque este no emanaba de una genuina fascinación por los eventos históricos o un especial entusiasmo por la materia. Más bien, su enfoque se centraba en un propósito práctico: absorber y memorizar la mayor cantidad posible de información para, después, hacer uso de ella en los exámenes y, por ende, conseguir buenas calificaciones.

Si a los estudiantes realmente les hubiera apasionado las clases de historia, habrían mostrado un interés genuino por comprender el contexto y las diversas facetas de la época, planteando preguntas al profesor como, por ejemplo, qué tipo de alimentos consumían los españoles durante la conquista, cuáles fueron los pueblos indígenas que decidieron aliarse con ellos en el Nuevo Mundo, o detalles más personales como la identidad de la madre de Francisco Pizarro.

La historia de Francisco Pizarro, uno de los conquistadores del Nuevo Mundo, está ampliamente documentada y estudiada; sin embargo, la figura de su madre, Francisca González Mateos, permanece en la sombra, pese a su rol importante en la vida del español. Esta mujer, cuya existencia se vio marcada por la complejidad de su contexto social y personal, fue una figura determinante en los primeros años de Pizarro.

La madre del conquistador del Perú nació en Trujillo, una ciudad situada en la provincia de Cáceres, dentro de la comunidad autónoma de Extremadura, en España. Este lugar es conocido por su historia y patrimonio arquitectónico, que incluye numerosos edificios de la época medieval y del Renacimiento. Perteneció a una familia dedicada a labrar la tierra y a vender ropa usada; esta última actividad le hizo ganarse el apodo de ‘La Ropera’.

Según la Real Academia de la Historia, una institución española fundada en 1738 con el objetivo de promover la investigación y el estudio de la historia de España a través de diferentes épocas, González Mateos fue criada del Monasterio de las Freilas de la Puerta de Coria, en Trujillo, España.

Aunque transcurría sus días en el claustro, no llegó a tomar los votos como monja. Tenía la posibilidad de salir al exterior, aunque su libertad era limitada. Al regresar a su lugar de trabajo, debía cuidar a una mujer que, con el pasar del tiempo, se convertiría en un miembro más de su círculo cercano.

Hernando Alonso Pizarro fue el padre de Gonzalo Pizarro, quien nació alrededor de 1458 en Trujillo, Cáceres, Extremadura, España. Sobre este último hombre, Rómulo Cuneo-Vidal, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, escribió lo siguiente: “Gonzalo Pizarro fué capitán famoso en Italia y después en Flandes y Navarra, donde murió, de resultas de heridas recibidas en el sitio de Amaya, en Pamplona. Se casó con Isabel de Vargas, y con ella (engendraron) a Hernando, Inés e Isabel Pizarro, nacidos de legítimo matrimonio. Hubo, además, un extramatrimonio”.

Es importante mencionar que, después de su matrimonio, mantuvo una relación sentimental con Francisca González Mateos. Se cuenta que se conocieron en Trujillo, en el contexto de la rendición del castillo a los Reyes Católicos el 24 de junio de 1477, en la celebración de Bautista.

El niño que nació meses después fue Francisco Pizarro. Sin embargo, antes de su nacimiento, la mujer fue despedida por las monjas, según señala el otrora profesor de la PUCP. En cuanto al lugar de nacimiento del futuro conquistador del Perú, Antón Zamorano, tío de Francisco Pizarro, afirmó que ocurrió en la casa de Juan Casco.

Pero, ¿quién era este hombre solidario? Esta interrogante fue respondida por Raúl Porras Barrenechea en la Revista Histórica. “Se puede deducir que este (Juan Casco), en cuya casa vivía Francisca González, era el segundo marido de su madre. (Este hombre) sería, pues, el padrastro de Francisca González. Otros documentos posteriores hallados por mí en Trujillo dejan suponer esto”, sostuvo.

Finalmente, en el portal Geneanet se señalan datos de Francisco Javier Carbone Montes, los cuales coinciden con lo mencionado anteriormente. “Hija de labriegos, pecheros y cristianos viejos, limpios de sangre mora, judía y de conversos o penitenciados. Apodada ‘La Ropera’, por dedicarse también al negocio de reventa de ropa usada. Fue un tiempo doncella en el Monasterio de San Francisco el Real a las puertas de Coria en Trujillo de Extremadura, hasta que fue despedida por su avanzado estado de gestación siendo soltera”, se lee en el portal.

La madre de Francisco Pizarro, Francisca González Mateos, aunque figura menos prominente en los relatos históricos que su ilustre hijo, juega un papel indispensable en la comprensión del linaje y las raíces del conquistador del Perú. Conocer su historia no solo nos permite vislumbrar el contexto social y familiar que precedió a los logros y controversias de Francisco Pizarro, sino que también arroja luz sobre las circunstancias humildes y complejidades de su ascendencia.

Más información:

Francisco Pizarro, el conquistador español del Tahuantinsuyo, tuvo descendencia en el Nuevo Mundo, específicamente en un territorio que actualmente es Perú. Se trata de Francisca Pizarro Yupanqui, una figura histórica del siglo XVI y reconocida por ser la hija del fundador de Lima. Su madre fue Inés Huaylas Yupanqui, una princesa inca.

Nacida en el contexto de la conquista y colonización de América, Francisca ocupa un lugar destacado en la historia por ser un símbolo del mestizaje entre europeos e indígenas americanos. Tras la muerte de su padre, esta mujer se trasladó a España, donde se casó con su tío Hernando Pizarro.

Sobre los acontecimientos que giraron en torno a la boda, la Real Academia de la Historia informó lo siguiente: “(…) Juntos iniciaron un largo y tortuoso litigio contra la Corona para recuperar parte de la fortuna confiscada a la familia Pizarro. Durante diez años el matrimonio compartió celda de oro en un continuo ir y venir de leguleyos, reclamaciones y juicios. Alcanzada la libertad de Hernando en 1562, la pareja se trasladó a La Zarza, muy cerca de Trujillo (Cáceres), donde se levantaba la casa solariega de los Pizarro”, señaló la institución española.

“Desde allí siguieron luchando por recuperar su patrimonio, así como la memoria de Francisco Pizarro, que algunos enemigos querían destruir tras su muerte. Mientras tanto tuvieron cinco hijos, aunque dos fallecieron a edad temprana, y disfrutaron de un gran patrimonio, en parte recuperado, que se dilapidaría en la siguiente generación”, se lee en otro apartado del portal.