Hermano del asesino del urólogo en Medellín dio nuevos detalles del caso: “El doctor no quiso hacerse cargo de las responsabilidades”

El asesinato del reconocido urólogo Juan Guillermo Aristizábal en un consultorio de la Clínica Medellín por Jhon Ferney Cano, sigue dando de qué hablar. En esta ocasión se conoció que el hermano del autor del atroz crimen, Álex Cano, entregó nuevos detalles sobre este caso.

El hecho ocurrió en la mañana del 18 de abril cuando el paciente psiquiátrico llegó al centro médico, agredió a la asistente del médico le disparó al médico especialista, provocó un incendio en el consultorio y se quitó la vida, su cuerpo fue hallado en uno de los baños con un revolver al lado.

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En diálogos con Caracol Ahora, el familiar del asesino afirmó que Jhon Ferney se quejaba con frecuencia por el dolor en su parte íntima, razón por la que decidió realizar la circuncisión. Después de dicho procedimiento, el paciente psiquiátrico empezó a padecer “un comportamiento muy seguido con el aspecto físico que tenía en sus genitales”.

El hermano del asesino contó que su familiar expresó sentirse traicionado por el urólogo que le realizó un procedimiento, porque no le había hecho bien la cirugía. Alex Cano agregó que en dos ocasiones su familiar intentó pedir su historia clínica al centro médico, pero jamás se la dieron.

En medio de su relato, el familiar sostuvo que su hermano confrontó al urólogo pidiendo explicaciones, lo que los llevó a un problema legal: “Él estaba en un estado mental en el que se había enfocado más en el problema que tenía después del resultado, que en cualquier otra situación… El doctor no quiso hacerse cargo de las responsabilidades”, indicó al medio mencionado.

Jhon Ferney tuvo que recurrir con la atención psiquiátrica luego de que Juan Aritizábal le realiza la circuncisión. “No es que fuera una persona que tuviera algún problema mental, lo que lo afectó es ver ese proceso que le realizaron, el estado en el que quedó, no recibir una respuesta por parte del doctor. Debido a esto yo creo que él ahí considera, como bien dice en el libro, que es su torturador y la persona que lo mutiló”, detalló Alex Cano.

En su momento, el asesino le confesó a la doctora su deseo de venganza con el urólogo y “que era muy reiterativo con el tema de que esa persona lo engañó, humilló y lo burló. Fueron ciertas cuestiones en las que incluso hay unos pequeños pantallazos del chat que él dejó, donde se puede evidenciar que el doctor eliminaba los mensajes que le enviaba”, aseguró el hermano de Jhon Ferney para Caracol Ahora.

Su familiar agregó además que a ellos nunca confesó sus deseos de venganza, pero que a la psiquiatra frecuentemente le decía:’Yo me voy a ir a vengar, yo lo voy a ir a asesinar’. Incluso, la doctora que le ayudaba con su salud mental generó un reporte en donde quedó en un certificado.

Marcela Cano reveló detalles escalofriantes sobre el conflicto que su hermano mantuvo con un médico, el cual culminó de manera trágica. La disputa comenzó tras una circuncisión realizada por Aristizábal Vásquez, que según la familia, fue el detonante del deterioro de la salud y bienestar de González.

El procedimiento no solo fue descrito como fallido, sino que también desencadenó una serie de complicaciones físicas y psicológicas severas para González, llevándolo a consultar a 14 especialistas en urología y a desembocar en un sentimiento de venganza que compartió con familiares y profesionales de la salud.

La familia del señalado indicó al diario regional El Colombiano que González describió el procedimiento como una mutilación, alegando que “lo mutilaron, de hecho le salía mucha sangre y pus”. Esta situación se agravó al punto que González perdió más de la mitad de la sensibilidad en su pene y su salud mental se deterioró significativamente, lo que le impidió mantener relaciones interpersonales normales e incluso, según relató su hermana, “ya no podía estar con ninguna mujer, dejó a su novia y no dormía”.

A pesar del dolor insoportable que lo llevó a una odisea médica, inicialmente un doctor de su EPS desestimó sus quejas sugerendo que eran problemas mentales y no físicos. La frustración de González creció al no encontrar alivio ni comprensión en su búsqueda de asistencia médica, algo que su familia atribuye a un diagnóstico inicial erróneo y a un tratamiento inadecuado por parte de Aristizábal Vásquez.

En su desesperación, González llegó a visitar a múltiples especialistas, quienes continuaron refiriéndolo a otros profesionales sin ofrecer una solución definitiva.

El conflicto entre González y el doctor Aristizábal Vásquez escaló a tal punto que incluso se llevó a cabo una audiencia de conciliación, durante la cual se le ofreció a González una compensación de $5 millones de pesos. Sin embargo, por consejo de su abogado, González rechazó el ofrecimiento, manteniendo firme su posición contra Aristizábal Vásquez.