Gracie Bon, modelo panameña con millones de seguidores, se hizo viral el año pasado luego de explicar sus dificultades para viajar en avión debido a sus curvas pronunciadas. El principal punto de objeción para las aerolíneas era su trasero, que mide 140 centímetros.
Finalmente, optó por volar en avión privado y con comodidades acordes con su anatomía. “Fue lo mejor que me pasó en la vida”, dijo.
En sus redes sociales, Grace explica que tiene que sentarse en dos sillas e insiste en que su cuerpo es «100 % natural». Afirma vivir con lipedema, una afección médica que causa una acumulación anormal de grasa en ciertas partes del cuerpo. En su biografía de Instagram, la influencer
se describe como «simplemente una chica de talla grande que vive con
lipedema y disfruta de sus curvas».
Ahora, Bon “explotó” una vez más en redes, debido a unas declaraciones sorprendentes.
Entrevistada en el podcast STOP, reveló que contrató a un asistente personal que la ayuda con una tarea “pesada”: la higiene de sus partes posteriores. En ese sentido, la mujer detalló que se hace difícil llegar con sus propias manos a laz zonas más recónditas de su retaguardia, por lo que
es su empelado quien se encarga de esa labor.
El trabajador en cuestión percibe un salario jugoso, pero sus tareas también son diversas. “Es como un enfermero, le pago 10,000 dólares al mes, pero él me tiene que hacer todo: manejar, cocinar, etcétera”, dijo.
En el mismo programa adelantó que trabaja en el lanzamiento de una línea de ropa dedicada a personas con tallas poco convencionales.