La inmersión en hielo, un ritual habitual en atletas de alto rendimiento y de deportes extremos, comienza a abrirse paso en El Salvador con un novedoso proyecto alternativo que ofrece una vivencia y experiencia «desafiante» para la salud mental de las personas que deciden probarlo en las orillas de las costas salvadoreñas.
La playa El Cocal, en el central municipio de La Libertad, en el litoral salvadoreño y una de las más turísticas del país por la práctica del surf, fue el escenario este sábado para que un grupo de 25 personas realizaran inmersiones por primera vez.
Laura Mejía y Raúl Yánes, fundadores del proyecto Ritualice, trabajan desde 2023 en promover de manera segura y amena esta práctica que se lleva a cabo en la playa El Cocal, localizada en el central departamento de La Libertad.
Mejía comentó en una entrevista a EFE que la idea nació «luego de un viaje a México y vivir la experiencia», y luego «lo compartimos primero con amigos y ahora lo convertimos en un emprendimiento itinerante».
En esta terapia de frío se recomienda a principiantes no exceder los tres minutos de inmersión y a medida que se va adquiriendo resistencia se aumenta los tiempos de manera gradual, de acuerdo con los impulsores.
Antes de iniciar el baño frío los participantes realizan ejercicios de respiración, meditación y estiramientos.
En el lugar donde se practica se utilizan bañeras especiales, agua de mar y hielo a una temperatura que oscila entre los 5 y 6 grados centígrados.
A pesar de no contar aún con un local fijo, las sesiones se realizan en estancias de playa y bajo el formato de eventos privados en residencias.
«Queremos, bajo esta metodología, que las personas puedan afrontar retos y prepararles para situaciones difíciles de la vida cotidiana», explicó Yanés.
La crioterapia, como se conoce clínicamente a esta practica, es la aplicación del frío con fines terapéuticos, anestésico y antiinflamatorio; muy común para esguinces y contusiones.
EFE