Los cadáveres de seis rehenes secuestrados durante el ataque del grupo islamista palestino Hamás en Israel el 7 de octubre fueron recuperados en Gaza, entre ellos el del estadounidense de origen israelí Hersh Goldberg-Polin, anunció el sábado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
«A primera hora de hoy, en un túnel bajo la ciudad de Rafah, las fuerzas israelíes han recuperado seis cadáveres de rehenes en manos de Hamás», declaró el mandatario en un comunicado.
«Hemos confirmado que uno de los rehenes… era un ciudadano estadounidense, Hersh Goldberg-Polin», añadió Biden, quien calificó su muerte de «trágica» y «reprobable».
El joven de 23 años era una de las 251 personas capturadas por Hamás durante el ataque de octubre contra el sur de Israel que desencadenó la guerra en Gaza.
Alrededor de 100 rehenes permanecen cautivos en el asediado territorio palestino y 33 fueron declarados muertos por las fuerzas militares israelíes.
Los padres de Goldberg-Polin, que fue tomado como prisionero durante el festival de música Supernova, se dirigieron el mes pasado a los delegados de la Convención Nacional Demócrata celebrada en Chicago, en el norte de Estados Unidos.
La vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata para las elecciones de noviembre, dijo en un comunicado que los familiares de Goldberg-Polin «no están solos en su dolor por esta pérdida terrible».
«Hamás es una organización terrorista del mal», afirmó Harris. «Con estos asesinatos, Hamás tiene todavía más sangre estadounidense en sus manos».
«La amenaza que representa Hamás… debe ser eliminada y Hamás no puede controlar Gaza», afirmó Harris.
El jueves, los padres de Goldberg-Polin se unieron a otros familiares de rehenes que se concentraban cerca de la frontera con Gaza.
«¡Hersh! Soy mamá… Te quiero, mantente fuerte, sobrevive», gritó Rachel Goldberg-Polin a través de un micrófono.
Su hijo se había escondido en un refugio antiaéreo con otras personas el 7 de octubre, pero fue rodeado por hombres armados, que lo atacaron con granadas.
Un video divulgado por Hamás de ese día mostraba cómo lo subían a una camioneta sin parte de su brazo izquierdo, que le fue arrancado en el ataque.
Apareció luego en una grabación de prueba de vida difundida por el grupo islamista el 24 de abril, en la que decía que los cautivos vivían «en el infierno». Le habían amputado el brazo izquierdo por debajo del codo.
El ataque de Hamás a Israel causó la muerte de 1.199 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes.
La intensa campaña militar en represalia de Israel deja a la fecha al menos 40.691 fallecidos en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás.
La oficina de derechos humanos de la ONU afirma que la mayoría de los muertos son mujeres y niños.