Renna O’Rourke, una joven estadounidense de 19 años, falleció la semana pasada en cuidados intensivos por haber replicado un reto viral en TikTok. La adolescente inhaló un aerosol limpiador de teclados, en una práctica conocida como “dusting”, que genera un breve estado de euforia, pero puede causar fallas orgánicas graves o la muerte.
La noticia fue confirmada por su familia a través de una campaña en GoFundMe. “Era la luz de cada habitación en la que entraba, y el dolor que sentimos es inconmensurable”, escribió su padre, Aaron O’Rourke. Los órganos de Renna fueron donados tras su fallecimiento.
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El caso encendió las alarmas en Estados Unidos por la difusión de prácticas extremas a través de redes sociales. El “dusting” consiste en inhalar gases comprimidos de productos domésticos para conseguir un efecto psicotrópico. Según explicó la madre de Renna a medios locales, el acceso a estos productos es sencillo: “No se requiere ninguna credencial. Es inodoro. Es todo lo que los chicos buscan. Lo consiguen, lo pagan y no aparece en los test de drogas”.
El doctor Randy Weisman, médico intensivista en el HonorHealth Scottsdale Osborn Medical Center, advirtió que una sola inhalación puede ser fatal. “El gas reemplaza el oxígeno en los pulmones y en el resto del cuerpo”, explicó. La causa oficial del fallecimiento fue síndrome de muerte súbita por inhalación, una reacción que puede presentarse incluso en personas sanas.
La historia de Renna no es un caso aislado. En marzo de 2024, Tommie-lee, un niño británico de 11 años, murió tras un reto similar durante una pijamada. En 2023, en Australia, Esra Haynes, de 13, falleció luego de inhalar desodorante en aerosol. En todos los casos, las víctimas imitaron desafíos populares en redes sociales.
En respuesta a estos hechos, TikTok anunció en 2022 un protocolo de seguridad que incluye el bloqueo de términos peligrosos y guías educativas. Sin embargo, contenidos nocivos continúan circulando, según alertó Newsweek, y las medidas parecen insuficientes ante la facilidad con que los jóvenes acceden a este tipo de desafíos.
Además, persiste un vacío legal en Estados Unidos. Muchos de los aerosoles utilizados no están clasificados como sustancias controladas, y si bien algunos estados han prohibido su venta a menores, no existe una normativa federal que limite su disponibilidad. La DEA estima que más de 1.000 productos domésticos pueden ser usados como inhalantes peligrosos.
En ese marco, la familia O’Rourke anunció que impulsará una reforma legislativa para evitar que otras personas enfrenten una tragedia similar. “Estamos persiguiendo legislación para ayudar a prevenir que otras familias pasen por esto”, escribió el padre en GoFundMe, donde también buscan fondos para cubrir los gastos médicos y funerarios.
Según datos de la SAMHSA, el uso de inhalantes entre adolescentes de 12 a 17 años aumentó en 2023 a 564.000 casos. Aunque la cifra es menor que la registrada hace una década, representa un repunte respecto a los años previos y confirma que el fenómeno sigue vigente.
