«Juego del gato y el ratón»: Cómo lograron rastrear al tirador de la Universidad de Brown

La información proporcionada por un testigo identificado como John en los documentos policiales fue decisiva para resolver el caso del tiroteo mortal en la Universidad de Brown en EE.UU. y el asesinato del académico nuclear del MIT, Nuno F. G. Loureiro, informaron el viernes medios locales.

Tras días de intensa búsqueda, las autoridades policiales confirmaron que este testigo anónimo permitió identificar y localizar al sospechoso de ambos crímenes, Claudio Neves Valente, un ciudadano portugués de 58 años que posteriormente se suicidó en un almacén de Salem en el estado de New Hampshire.

Según la declaración jurada presentada por la Policía, John se encontró con Neves Valente en el baño del edificio de ingeniería de Brown pocas horas antes del ataque. Notó que la ropa del sospechoso era «inapropiada e inadecuada para el clima». Más tarde, fuera del edificio, a pocas cuadras, John vio al sospechoso huir al percatarse de su presencia, desencadenando un «juego del gato y el ratón«.

En cierto momento, John le gritó: «Tu auto está ahí atrás, ¿por qué das vueltas?«. Neves Valente respondió: «No te conozco para nada», y preguntó repetidamente: «¿Por qué me acosas?».

El informante siguió observando y vio cómo Neves Valente se acercó nuevamente al coche Nissan con el que fue identificado más tarde por las autoridades policiales, que rastrearon el vehículo a través de cámaras de seguridad.

Por su parte, el jefe de Policía, Oscar Pérez, explicó que las pistas condujeron «a una empresa de alquiler de coches en Massachusetts». Gracias a las imágenes y al contrato de alquiler, se confirmó la identidad de Neves Valente. El vehículo coincidía con el buscado en la investigación.

Las autoridades descubrieron que el presunto autor de la masacre había sido estudiante de doctorado en Brown y que su última dirección conocida era Miami, Florida. Aunque el motivo del tiroteo sigue bajo investigación, la información proporcionada por John resultó fundamental para dar con el sospechoso.

John, por su parte, se limitó a declarar en redes sociales: «Con todo respeto, he dicho todo lo que tenía que decir sobre el asunto a las personas adecuadas». No se sabe aún si recibirá la recompensa ofrecida por el FBI por dar información sobre el caso.