Junta Departamental de Tacuarembó: Media hora previa del 8 de agosto

Con los ediles presentes en sala del pasado día jueves 1 de agosto, se resolvió elevar al Tribunal de Cuentas, una copia autenticada del expediente 036/24, con todos los antecedentes relacionados a él, que obran en su poder, y solicitar un dictamen sobre eventuales violaciones al artículo 291 de la Constitución de la República, y al artículo 38 de la Ley 9115, como así también de otras normas vigentes que puedan estar siendo incumplidas.

En la sesión ordinaria del día  jueves 1 de agosto, en el informe se leyó: “En la relación de compra y venta de uno de esos padrones en que el señor intendente aparece como vendedor del mismo, y ante consultas realizadas a asesores jurídicos que no se pueden descartar eventuales incumplimientos a disposiciones constitucionales y legales, la Junta Departamental debe requerir dictamen del organismo competente”.

“Siendo la intención de intendente departamental, Wilson Ezquerra, así como de la bancada del Partido Nacional que representamos el esclarecimiento de todos los hechos que motivan la presente solicitud, en el entendido que se considera que se ha actuado de forma ajustada al derecho y apoya la moción referida a fin de que dicho órgano emita su dictamen en marco de sus competencias”, se leyó por parte del secretario de la Junta Departamental de Tacuarembó.

Ezquerra manifestó su versión de los hechos

En una conferencia de prensa el pasado día viernes 2 de agosto, Ezquerra se pronunció al respecto de esta resolución del legislativo departamental: “Me pareció muy bien. En un programa periodístico se me preguntó si yo conocía la empresa cuando firmé el boleto reserva, la empresa BALLINTOY S.A.S, una sociedad anónima uruguaya, que yo no tenía conocimiento de ella. Lo primero que quiero aclarar, porque no me siento mentiroso y tampoco que haya faltado a la verdad”.

Además, el intendente  dijo que “conocía la firma BrasPine que había venido a Tacuarembó, en dos o tres oportunidades, con directivos y gente que son operadores de la empresa, y dijeron que existía la voluntad de instalarse en la zona Tacuarembó-Rivera, y se resolvieron por Tacuarembó”. Ezquerra recordó que “iban a buscar un predio entre 40 o 50 hectáreas, que era lo que ellos necesitaban para su planta industrial”. 

“Estas empresas no manifiestan generalmente todo lo que son. Hasta que tienen todo comprado, los bosques, los suministros de madera por muchos años. Nosotros lo dimos a publicidad, a conocimiento público así como la llegada de inversiones, como una curtiembre que ha venido tres veces. Hay dos aserraderos más que están por llegar o no, una fábrica de aceite sintético y energías alternativas. Hay cantidad de gente que llega a la intendencia y que nosotros recibimos a esas personas”, apuntó el intendente.

“Cuando se hace la reserva quien compra es una sociedad anónima uruguaya, no tiene nada que ver con BrasPine. Cuando fui consultado dijo que no sabía quienes eran, no tenía idea que tenían una relación. Me enteré por una nota cuando en definitiva BrasPine se presentó diciendo que era la misma empresa. En esa presentación que nos hacen en el Hotel Gardel vimos cuales eran los procesos y que era realmente Bras Pine. Que es una industria de gran nivel y que le va hacer bien a la sociedad tacuaremboense”, manifestó por último el intendente de Tacuarembó, Wilson Ezquerra.

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