Después de siete años, Katy Perry volvió a Argentina y desató la euforia de sus seguidores. La artista estadounidense aterrizó en Buenos Aires para presentarse el 9 y 10 de setiembre en el Movistar Arena, en el marco de su gira internacional The Lifetimes Tour.
Su llegada no pasó inadvertida. Tras asistir a un espectáculo de tango en un hotel de Puerto Madero, la cantante visitó una boutique de calzado donde descubrió un retrato de Eva Perón. Según medios locales, Perry quiso comprarlo como recuerdo, pero los dueños decidieron regalárselo.
Cuando salió a saludar a los fanáticos que la esperaban, levantó el cuadro ante las cámaras y sonrió mientras recibía aplausos y gritos. Las imágenes recorrieron las redes sociales y se multiplicaron los comentarios.
En medio del fervor, Perry se mostró cercana, firmó autógrafos y se tomó selfies con quienes aguardaban desde temprano. Antes de ingresar al hotel, volvió a alzar el retrato de Evita, lo que provocó otra ovación entre los seguidores, que no dejaban de filmar el momento.
La escena se dio en paralelo a una jornada marcada por las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, pero los fans solo tuvieron ojos para la cantante de Teenage Dream, que volvió a demostrar la fuerte conexión que mantiene con el público argentino.
Más allá de la música, la artista atraviesa un presente agitado en lo personal. En los últimos meses, se confirmó su separación de Orlando Bloom, con quien tiene una hija en común. Además, medios internacionales la vincularon sentimentalmente con el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau, quien también se encuentra recién divorciado.
