La espesa trama detrás del magnicidio del fiscal Pecci
Quien era el testigo estrella de la Fiscalía colombiana en la causa, había sido beneficiado con una condena por un delito menor, la portación ilegal de armas y amenazas a funcionarios.
Como parte del acuerdo, Correa Galeano, que, según las pruebas, habría sido el coordinador de los sicarios para que llegaran a la isla, asesinaran a Pecci y salieran en una moto acuática por la playa, había entregado información sobre otras personas que habrían participado en la planeación y ejecución del crimen del fiscal paraguayo, una situación llevó a su defensa a pedir que se le otorgaran especiales medidas de seguridad de reclusión para su cliente.
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La colaboración de Correa Galeano con la Fiscalía permitió la detención de tres personas consideradas como coordinadoras y financistas del crimen de Pecci. Andrés y Ramón Pérez Hoyos, y la esposa del primero, Margareth Chacón.
El caso generó una crisis política en Colombia, luego de que el abogado de la familia Pecci en ese país, Francisco Bernate, responsabilizara a las autoridades penitenciarias por el crimen. «Sacaron a Correa del espacio de protección especial y lo enviaron a una prisión común, donde su vida corría peligro«, denunció.
Por estas horas, las autoridades colombianas evalúan despedir al director de la cárcel La Picota. Según indicó el titular del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec), coronel Daniel Fernando Gutiérrez Rojas, se realiza una investigación interna para establecer las fallas ocurridas que facilitaron el trágico desenlace.
El Inpec, está evaluando si Johan López Sánchez, que se encontraba cubriendo el puesto del director de la cárcel, Jaider Ospino, mientras estaba en vacaciones desde días antes del asesinato de Correa Galeano, omitió algunas reglas del penal al permitir el consumo de bebidas alcohólicas y el porte de armas entre reclusos.
La agenda que compromete a Marset
Ante la reciente filtración de una libreta que pertenecería a Francisco Luis Correa, el abogado de la familia Pecci mencionó la importancia de hacer una revisión, para saber “si esa es efectivamente la letra de Correa, y si hay información adicional”.
En la agenda, que fue publicada por el medio El Colombiano, figuran nombres de personas, de hoteles y puntos de encuentro en Cartagena y otras zonas de Colombia, entre las que se encuentra una referencia a un tal “Señor Marset, el uruguayo”, quien, a pocos meses de ser asesinado Pecci había sido nombrado por el propio presidente colombiano, Gustavo Petro, como el ideólogo del magnicidio.
El 12 de agosto de 2022, Petro escribió en su cuenta de X: “la investigación sobre el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, cometido por el narcotraficante uruguayo Marset en territorio colombiano, demuestra que hace mucho el narco dejó de ser un problema bilateral colombo-estadounidense y es hoy un problema americano y mundial”.
Si bien Correa Galeano no había mencionado a Marset, en una de sus declaraciones, reveló que la orden la dieron el expresidente paraguayo Horacio Cartes y el imputado por el operativo A Ultranza Py, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, principal socio del narcotraficante uruguayo prófugo, que justamente aparece mencionado en la misma página de la agenda en la que está el nombre de Marset.
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Bernate manifestó que los nombres que surgen de la libreta “no son sorpresivos” y que debe determinarse si la letra es de Correa Galeano, para poder validar los nombres y las direcciones que aparecen allí, y que eso sume a la investigación, puesto que la libreta tendría mucha información sobre el sicariato del fiscal Pecci.
Por otra parte, la familia Pecci emitió un comunicado efectuando duras críticas a la Justicia de Paraguay por la falta de avances en la investigación sobre la autoría intelectual del magnicidio y responsabilizó al fiscal general, Emiliano Rolón, por el «secretismo» y la falta de acceso a la información sobre la investigación del crimen.
Por el momento, no se ha podido identificar a la persona que ordenó matar al fiscal paraguayo, quien era reconocido en su país y por la DEA por luchar contra grandes organizaciones de narcotráfico regionales que operaban desde Paraguay y Brasil, principalmente.
La “vaquita” narco para matar al fiscal
De hecho, una de las líneas de investigación en Colombia señalaba una supuesta “vaquita” realizada entre tres peces gordos del narcotráfico de Sudamérica: el socio de Marset, Miguel Angel Insfrán, el también paraguayo Jaime Franco y el brasileño Jarvis Chimenes Pavão (conocido como el Barón de la Droga) de la frontera Brasil-Paraguay, que se encuentra preso en Brasil condenado por narcotráfico; al igual que Insfrán y Franco en Paraguay, como resultado de investigaciones en las que participó el fiscal Pecci.
Según esa hipótesis, los tres capos de narcotráfico se habrían reunido en Brasil para acordar la ejecución del fiscal antimafia y, para ese cometido, recolectaron una “vaquita” de un millón de dólares para la logística del crimen, en la cual los sicarios se desplazaron hasta Asunción con el objetivo de matar al fiscal paraguayo.
“Hay rastro y datos exactos de las reuniones y sus participantes. Cómo se movió el millón y el grupo de sicarios, que durante varios días siguió al fiscal antimafia en los despachos judiciales, su oficina y hasta su casa en Paraguay, donde vivía con su esposa, la periodista Claudia Aguilera”, subraya la publicación del medio Semana.
El propio Correa Galeano confirmó esta versión y aseguró que a Pecci le mandaron “unos pesados, a quienes les pagaron el millón de dólares para asesinarlo en Paraguay”.
Sin embargo, el plan criminal tuvo que cambiar de Paraguay a Colombia debido a la “suficiente seguridad” con la que contaba Pecci en Asunción, lo que impidió la ejecución del plan en territorio paraguayo, por lo que los mafiosos apuntaron a ejecutar el plan en Colombia, al enterarse de que Pecci y su esposa iban a viajar a Cartagena para su luna de miel.
La idea original era hacer pasar el crimen como un robo cometido por delincuencia común; sin embargo, no encontraron esa oportunidad y por ello se trasladaron hasta el hotel donde se hospedaba la pareja. “Por eso lo ejecutaron justo el último día”, subrayó la publicación colombiana, que es resultado de una investigación periodística.
El misterioso viaje del suboficial paraguayo y sus amigos de un clan narco
En Paraguay investigan un viaje exprés (y no autorizado) realizado a Cartagena de Indias (Colombia) del 26 de diciembre al 4 de enero por el suboficial Milcíades López Romero, quien se desempeñaba como subjefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO).
El jefe del departamento contra el Crimen Organizado, Luis López, reveló que López Romero viajó en el mismo vuelo en el que viajaron integrantes del Clan Alderete, un grupo criminal que opera en la zona de Canindeyú (Paraguay).
Luis López dijo que la conexión del agente con el grupo narco está prácticamente comprobada y no descartó que la investigación, hasta ahora administrativa, termine generando una pesquisa penal sobre sus nexos con el crimen organizado.
El misterioso viaje de López Romero prendió las alertas no solo por su aparente vínculo con integrantes de una organización criminal paraguaya, sino porque las fechas coinciden con el asesinato en Colombia del principal testigo del crimen de Pecci. Por lo que las autoridades paraguayas se pusieron en contacto con sus pares colombianos, para intercambiar información sobre “lo que pudo hacer”, el ahora investigado policía paraguayo, durante su estadía en Cartagena de Indias.
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