La filial rusa del gigante estadounidense Google ha
registrado oficialmente ante un tribunal de arbitraje su declaración de
suspensión de pagos, un mes después de haber notificado su intención de dar
este paso.

Según informa hoy la agencia Interfax, el documento
correspondiente fue presentado al Tribunal de Arbitraje de Moscú el jueves.

Google se ha visto obligado a tomar esta medida después de
que la Justicia rusa congelara sus cuentas bancarias y todos los bienes muebles
e inmuebles en Rusia.

Por ello hace un mes notificó su intención de declararse en
suspensión de pagos en el registro federal ruso Fedresurs al considerar que no
podía cumplir con sus obligaciones financieras, lo que imposibilitaba mantener
su oficina y sus empleados en Rusia.

La mayoría de los empleados de Google en Rusia han elegido
seguir trabajando para la empresa estadounidense fuera de Rusia, muchos de
ellos en Dubái, donde la tecnológica tiene una oficina grande.

A raíz de la campaña militar rusa en Ucrania Google ya había
suspendido la mayoría de su actividad comercial en Rusia, incluidos todos los
anuncios en Rusia.

Impidió también que la publicidad de compañías rusas se
pueda ver en el extranjero y prohibió que los medios financiados por el Estado
ruso reciban dinero a través de sus plataformas.

Además bloqueó ocho millones de anuncios relacionados con la
campaña militar rusa en Ucrania.

Rusia a su vez prohibió en abril la distribución en el país
de publicidad del gigante tecnológico y de sus productos. También bloqueó el
servicio de Google Noticias.

La declaración formal de quiebra se produce tras un largo enfrentamiento
de Rusia con Google, entre otras cosas, por haber bloqueado cuentas del aparato
estatal ruso y de medios oficiales en su servicio de vídeo YouTube.

Rusia ha impuesto a Google multas millonarias por su
negativa a eliminar contenido considerado ilegal en el país y abierto casos
ante la justicia a petición de medios rusos por perder el acceso a YouTube.

También ha sido multada por publicar «información
falsa» sobre la campaña bélica de Rusia en Ucrania, en particular,
noticias sobre la cantidad de víctimas civiles en zonas de combates, así como
llamamientos extremistas que ponen en el punto de mira a ciudadanos rusos y
autoridades del país.

La última multa, de 15 millones de rublos (cerca de 265.000
dólares al cambio actual) le fue impuesta la víspera por negarse a guardar los
datos de los usuarios rusos en servidores ubicados en Rusia según lo estipulado
en la ley.

No es la única tecnológica que ha sufrido la persecución de
la justicia rusa, ya que las autoridades reguladoras también han ido con
sanciones contra Facebook, Twitter o Tik Tok, entre otras redes sociales, y han
bloqueado el acceso a las dos primeras plataformas y a Instagram.

EFE





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