¿LA FISCAL ESTÁ ENOJADA CON PENADES, ES ALGO PERSONAL?

Desde el primer momento ha mostrado una dureza en sus resoluciones, e incluso en sus aspecto cuando habla en la televisión, que infunden miedo y originan nuestra presunción de un odio muy especial hacia el denunciado ex senador.

Todas sus determinaciones son mostrando una exagerada predisposición a liquidarlo y exponerlo a Gustavo Penadés.

Por supuesto que deseamos se haga justicia y que cuando termine el juicio y sus instancias, sea condenado o no, pero no exista ese maltrato evidente que nosotros apreciamos.

Lo muestran en los informativos bajando esposado y subiendo a una pequeña camioneta arrastrándose, arrodillado y parecería que la gozan con esas imágenes.

La filtración permanente de los audios y la carpeta investigativa de la fiscal es lamentable desde todo punto de vista.

Llegamos al extremo de conocer de primera mano todo lo que ocurría al inicio de la investigación por lo publicado por un periodista, mucho antes que lo sepan los abogados defensores de Penadés.

Si a todo eso le sumamos que Penadés nunca se declaró culpable y pide un juicio justo.

Que nunca quiso arreglar una condena anticipada, ni siquiera la negoció en ningún momento.

Y lo que para mí es algo realmente tan legal como insólito, que no sabe el denunciado quien o quienes lo denunciaron.

No sabe sus nombres, ni siquiera el motivo de la denuncia. Ni se pueda legalmente hacer un careo.

Como broche de oro al inicio de toda esta investigación había una persona que los enseñaba a declarar en fiscalía para que parezca creíble, ya hay suficientes motivos para esperar en calma un juicio justo.

Los «amigos» de toda la vida de Gustavo Penadés salieron corriendo (Heber y Lacalle Pou), ya que miraron primero el costo político, antes que la amistad que parecía indestructible con el herrerismo.

El que deja una amistad cuando su amigo está pasando un mal momento, aunque sea culpable, es simplemente un hijo de puta, en este caso, dos.

Y por último, lo que hicieron de darle la prisión domiciliaria por 24 horas y volver a llevarlo a la cárcel, es un golpe bajo.

Se debió esperar el fallo del tribunal para otorgarle la prisión domiciliaria, es sentido común.

Al parecer, es todo parte de una doble condena que reciben los que son privados de libertad con el manoseo que se les hace permanentemente por parte de la justicia y especialmente, del ministerio del interior.

Sinceramente, tengo la sana presunción, que la fiscal y sus «guardaespaldas», en cada entrevista periodística, están como enojadas, furiosas con Penadés.

Quizás es la forma de ser, pero que parece…parece.