Valeria y Luis soñaron durante 25 años con ser padres. La posibilidad les llegó gracias a Sofía, hermana de Valeria, que decidió gestar al bebé bajo la modalidad de vientre subrogado. El nacimiento de Valentino, en el Hospital de Tacuarembó, se convirtió en el primer caso exitoso en Uruguay desde que la ley lo habilita hace una década.
Según informó Telenoche, Valeria tenía apenas 16 años cuando los médicos le informaron que nunca podría llevar adelante un embarazo. Nació con una malformación en el útero y esa condición la acompañó desde entonces. Con Luis formaron pareja hace más de dos décadas y siempre compartieron el mismo deseo: ser padres.
“La idea siempre fue tener un hijo propio, algo que nos uniera a los dos”, recordó. Durante años pensaron en la adopción, pero no cumplían con todos los requisitos exigidos. El proyecto quedó en pausa, hasta que descubrieron que existía una alternativa prevista en la ley: que una madre o una hermana pudiera ser la gestante.
En ese momento apareció Sofía, hermana menor de Valeria, que tomó la decisión sin dudar. “Sabía lo que ella había pasado y decidí hacerlo. Era la única manera de que cumpliera ese sueño”, contó. Su compromiso cambió para siempre la vida de la familia.
El procedimiento no fue inmediato. Pasaron más de tres años de estudios médicos y preparación hasta que Sofía alcanzó las condiciones necesarias para un embarazo seguro. Recién entonces se transfirió un embrión congelado, y el resultado fue positivo.
El 7 de julio nació Valentino, con 3,6 kilos, en el Hospital de Tacuarembó. Sofía, además de ser la gestante, fue elegida madrina del niño. “Ella se puso en mi lugar y lo quiso hacer para que yo pudiera tener a Valentino en mis brazos”, resumió Valeria, entre lágrimas.
El nacimiento fue el resultado de un operativo inédito que involucró a ginecólogos, neonatólogos, psicólogos y especialistas en medicina reproductiva de Montevideo y Tacuarembó. El equipo trabajó en conjunto para garantizar la salud de Sofía, de Valeria y del bebé. “No solo atendimos lo físico, sino también lo psicológico y emocional”, destacaron los profesionales.
La ley uruguaya que habilita la gestación subrogada es una de las más estrictas de la región: no admite compensación económica, exige que la solicitante padezca una enfermedad que le impida gestar, requiere que el embrión tenga material genético de alguno de los padres, y limita la práctica a familiares de hasta segundo grado.
Esa rigurosidad explica que, en diez años, solo se hayan presentado ocho solicitudes y que ninguna hubiera llegado a término con un nacimiento. El caso de Valentino se convirtió así en el primero en concretarse en el país.
“No debe haber muchas mujeres como esa hermana”, valoró un especialista sobre el gesto de Sofía, cuya decisión permitió que Valeria y Luis cumplieran el sueño de ser padres después de un cuarto de siglo de espera.