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La revolución en Montevideo no era otra cosa que solucionar las cosas simples: poner luz en una esquina para que los vecinos se sintieran más seguros, levantar basurales, tapar pozos y llevar saneamiento a zonas olvidadas.
La revolución desde una concepción de izquierda fue derrotada en el terreno militar. Luego, se cayó el muro de Berlín y la URSS estalló por los aires. ¿Cuál es el horizonte revolucionario y cuáles son las acciones revolucionarias en el actual contexto nacional y mundial? ¿O la revolución —rupturista, que se pelea con el establishment— está en manos de la derecha radical?
CRECIMIENTO Y DESARROLLO. El Frente Amplio buscará crecer con equidad. En los primeros años de gobiernos de izquierda eso fue posible por dos elementos centrales: 1) Inmejorables precios de nuestras materias primas exportables; y 2) economía ordenada, sin sobresaltos, con equilibrios macroeconómicos. Hoy la economía actual mundial contiene severos desajustes y, por lo tanto, nuestra pequeña economía debe navegar en ese contexto. Crecer con equidad será un desafío permanente en tanto nuestro tamaño de economía y poblacional.
DESINDEXAR LA ECONOMÍA. Uno de los desafíos, en ese contexto, es desindexar la economía. Esto significa deslizar todos los precios administrados de la economía —los combustibles y salarios, por ejemplo— hacia la desindexación. Con esto se busca que Uruguay sea más barato. Claramente es una política antiinflacionaria que se aleja del manejo del dólar como único ancla para combatir la inflación. Si se usara solo el dólar, se afectaría la competitividad y, consecuentemente, el empleo y el crecimiento. Si Uruguay tuviera una inflación cero, no tendría sentido que los precios estén ajustados por inflación. En tanto se busca que la inflación esté en el 3 %, es una señal inequívoca de recorrer un proceso hacia la baja y la desindexación. La inflación en todo tiempo y lugar es un elemento que ataca a las clases menos favorecidas, con lo cual su combate armónico con otras variables significa una herramienta revolucionaria.
DESREGULAR IMPORTACIONES. Con el objetivo de mejorar la economía y que Uruguay sea más barato, el Gobierno de Yamandú Orsi, con Gabriel Oddone en la cabeza de la economía, buscará desregular las importaciones. ¿Qué significa esto? Un alto porcentaje de las importaciones de productos de limpieza e higiene personal, además de productos alimenticios, están concentrados en pocas marcas. Éstas, al ser casi monopólicas —no tienen competencia con productos internos y escasa competencia en las importaciones—, protagonizan algo así como posición dominante en el mercado. Así se explica, por ejemplo, que la pasta de dientes de tal marca valga el doble que la misma que se vende en Brasil o España. Desregular es trabajar sobre sectores concentrados de la economía que afectan la economía de las familias. La tarea es desregular y aumentar la competencia. (“En la mayoría de los productos analizados existe una sola empresa importadora”. Ver estudio de CPA Ferrere).
EMPLEO. Nada es más revolucionario que generar empleo. Nada es más destructivo para una mujer o un hombre que estar desocupado.
AGENDA DE RESPONSABILIDADES. “Los ciudadanos de a pie hagamos uso de la palabra y tomemos la iniciativa. Con la misma vehemencia y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reclamemos también el deber de nuestros deberes. Quizás el mundo pueda empezar a ser un poco mejor”, dijo José Saramago en uno de sus discursos en Estocolmo, cuando se entregó el Premio Nobel de Literatura al escritor portugués en 1998. La izquierda se identifica con la agenda de derechos. Saramago va más allá. El escritor portugués y comunista asume que una sociedad sana y potente debe contener un alto concepto de las responsabilidades. Cada quien en su lugar. O sea: derechos, responsabilidades y deberes. Dos ejemplos: un empresario evasor que no cumple con sus responsabilidades con la sociedad; un dirigente sindical que no atiende los intereses de sus afiliados y de la sociedad en la que está inscripto, tampoco. Hacerse cargo de cada tarea, con la responsabilidad del lugar en la sociedad en la que se encuentra. (Ver carta de Saramago).
COMBATIR LA POBREZA INFANTIL. Si hay un niño pobre, hay un hogar pobre, hay padres y hermanos en situación de vulnerabilidad. Si son pobres, el contexto los condena al descarte. No habrá educación de calidad ni salud. Si no hay vivienda digna, no habrá niños dignos y sanos. Y será el campo fértil para el desarrollo de violencias de diverso tipo. Combatir la pobreza es un signo revolucionario y es, además, un eje prioritario. Para eso debe haber recursos y personal —un conjunto potente de actores— para ir desarrollando acciones que disminuyan la pobreza, los cantegriles, la violencia y la marginalidad. Eso se hace con plata. Si no hay crecimiento y cuentas ordenadas en la macroeconomía, nada de eso se logrará. Liberar a las fuerzas creativas de la sociedad. Por ejemplo, involucrar a las universidades (estatales y privadas) en acciones concretas en territorio. Compromiso social, la sociedad en movimiento, libre y creativa, acompañando al Estado o actuando sola, con iniciativas.
NUEVO CATASTRO RURAL Y UN KIOSCO. Miremos un poco eso que se llama el “campo”. Por supuesto que les alcanza la agenda de responsabilidades de la que habla Saramago. La izquierda en el gobierno —es su signo distintivo— debe ajustar los criterios de justicia distributiva. Resulta injusto y extraño a la vez que desde lo impositivo se observen injusticias muy marcadas. Un par de ejemplos: para tener un kiosco de revistas y bebidas, la carga impositiva es tan alta que los hace casi inviables. Pasa con los comercios de baja escala. El otro ejemplo nítido de injusticia es lo que pasa con el catastro rural. Este no se toca desde mediados del siglo pasado. Cuando en el año 2017 el ministro Danilo Astori quiso actualizarlos, las élites del campo comenzaron a protestar. El descontento llevó a disfrazar la queja y comenzaron a hablar de otras cosas. Así nació el movimiento “Un solo Uruguay”. Actualizar el catastro rural parece ser un acto revolucionario.
IMPUESTOS. “Un impuesto a los ricos permitiría recaudar una ‘masa de ingresos muy necesaria’ de U$S 600 millones anuales”. (Búsqueda, 7 de noviembre de 2024). “Impuestos tienen efecto redistributivo; su carga en relación al ingreso es mayor entre los más ‘pobres’ y los más ‘ricos’”. (Búsqueda, 27 de marzo de 2025).
AGROQUÍMICOS. La productividad de la soja —que genera divisas para el país— se afirma en la aplicación intensa de agroquímicos. Pero hay una contracara: son tóxicos, impactan en los cauces de agua, sobre todo sufren los ríos que suministran agua potable a miles de personas. El glifosato es el más utilizado. Las denuncias de impactos en la salud humana son recurrentes. Entonces, ¿se favorece la productividad sojera o se cuida el ambiente? (La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado su intención de revisar y posiblemente restringir el uso de agrotóxicos, incluido el glifosato, debido a preocupaciones sobre su impacto en la salud humana y el medio ambiente).
EMPRESAS UNIPERSONALES Y DELIVERY. Desde los años 90, con el gobierno de Lacalle Herrera, comenzaron a desarrollarse las “empresas unipersonales”, una suerte de espejismo con el cual una persona se creía “empresa”. Fue una forma de desregular el mercado de trabajo. Así, entonces, las empresas, los sindicatos y el Estado comenzaron a contratar “unipersonales”. Esa modalidad hizo que la parte contratante no tuviera obligación alguna con el contratado. Sin licencia, sin aguinaldo y sin derecho al despido. Todito desregulado. La experiencia se extendió y hoy ya existen personas que se han jubilado, que eran empresas unipersonales y que reciben 20 mil pesos de jubilación. Es correcto, es lo que les corresponde por lo que aportaron. Trabajaron, así, “chantajeados” por el sistema. “Trabajás así o no tenés laburo”, les decía el empresario, el Estado y el sindicato contratante. Explorar otras soluciones para ese mercado desregulado parece ser una apuesta revolucionaria. Es probable que una solución humana sea que el empleador contratante de la unipersonal haga aportes a la seguridad social como patrón. Por supuesto que hay sentencias acerca de la “relación de dependencia” que existe detrás de la unipersonal y una empresa. Si hay dependencia, que el patrón pague aportes y reconozca aguinaldos y licencias. ¿Los deliverys son los nuevos esclavos del capitalismo de plataforma? (Ver «Tecnofeudalismo», de Yanis Varoufakis).
CÁRCELES Y VIVIR EN LA CALLE. La política punitiva del anterior gobierno llenó las cárceles y no bajaron los delitos. Evidencia: aumentar las penas no es el camino. Se agrava la situación cuando se mete presa a una persona sin antecedentes junto a los que son viejos conocidos de la cárcel. Se mete presa a una persona por delitos menores que pueden ser atendidos como falta y no con prisión. El círculo vicioso de la calle, delitos y cárcel se potencian en las mazmorras. A eso se suma que por día salen de la cárcel unas 25 personas que, en su mayoría, son jóvenes, inhábiles, sin hábito de trabajo, con familias rotas y en muchos casos adictos. Mantener este estado de situación es inmoral e indecente.
ESTADO. Un Estado extendido, burocrático y pesado no tiene nada que ver con la revolución. Durante muchos años la izquierda entendió al Estado (menos los anarquistas) como la herramienta esencial de la liberación. Pero algo cambió. En países como Uruguay, el Estado tiene competencias adecuadas que conviven con vicios y lógicas insanas. Hay que liberar a las fuerzas creativas. (Ver, por ejemplo, las columnas del fallecido dirigente tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro sobre el tema. En especial escribió sobre UTE y sus gerentes. Ha llegado a decir que el Estado funcionaría aún sin gobierno. Con la burocracia sola alcanzaría, dijo F. Huidobro).
EL AGUA. Es y será una gran batalla. No solamente es un derecho para cada ciudadano; es un elemento central del crecimiento sostenido del país. El Plan de Aguas que el Gobierno de Orsi desea aplicar será realidad si el Estado y sector privado entienden esa necesidad de carácter estratégico. (Leer también a Fernández Huidobro).
CUIDAR LA PLATA. La plata es finita. La “cobija” siempre es corta. Definir prioridades, fijar el propósito central de una acción, no timbearse los recursos públicos es, en cada hora y lugar, un objetivo revolucionario. Cuidar el peso para que el gasto sea eficiente y claro resulta central en cualquier gobierno, y más si es de izquierda. O mejor dicho: siempre, inequívocamente, se es de izquierda cuando se cuida el dinero público.
Referencias
Concentración de importaciones https://www.cpaferrere.com/es/novedades/estudio-sobre-formacion-de-precios-al-consumo-en-u/
Carta de Saramago. Derechos y responsabilidades. https://www.josesaramago.org/es/tabla-universal-de-deberes-y-obligaciones-de-los-seres-humanos/
“La batalla de la energía”. 2006. Eleuterio Fernández Huidobro. Editorial Fin de Siglo.
“Burocracia y socialismo”. 2008. Eleuterio Fernández Huidobro. Editorial Banda Oriental.
“Patologías de la izquierda. Claves para superarlas”. 2019. Christian Mirza. Editorial del Fondo de Cultura Universitaria.
«Tecnofeudalismo». 2024. Yanis Varoufakis. Editorial Planeta.
Escrito por hiperactivafm
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