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Noticias Nacionales

Las AFAP y la naturalización de la pérdida de soberanía y el libre albedrío

todaymayo 11, 2024

Fondo


La sociedad uruguaya se merece un debate de fondo sobre el sistema financiero y parece ser uno de los debes de la izquierda, que pasó de la demanda del fortalecimiento de la banca nacional y estatal, a resignarse a las condiciones impuestas por el gran capital financiero internacional, empresarios que, cual el circo romano, observan discretamente cómo, en vez de debatir con ellos, debate el sistema político.

El debate resulta oportuno porque aunque las campañas plebiscitarias fueron por separado en la necesidad de marcar los perfiles políticos, el complejo mapa de distintas empresas pertenecientes al mismo grupo financiero así lo amerita. Aunque la gente cree aportar por separado a distintas empresas, todo confluye en un mismo lugar.

Para ser más claro: vamos a encontrar que la misma casa bancaria dueña de una AFAP es, a la vez, también propietaria de una firma de préstamos financieros, de otra de tarjeta de créditos y de una tienda de venta de variados productos (juguetes, electrodomésticos, papelería, etc.).

Por ejemplo, Itaú Unibanco, conocido simplemente como Itaú, es una entidad bancaria y de servicios financieros brasileña con sede en São Paulo, Brasil. Fue formada a través de la fusión del Banco Itaú original y de Unibanco en 2008 con varias sucursales en 18 países, y por supuesto en Uruguay.

En Uruguay, además del banco propiamente dicho, tiene como filial la Unión AFAP S.A., la Fundación Itaú y la tarjeta OCA S.A., y tiene participación desde el 2022 en empresas fintech como Paigo, Prex y Resonance.

Todas estas compras y participación en las acciones se dan en una dinámica de inversiones a una velocidad que da vértigo.

La mesa está servida

En los años 90, con el auge del neoliberalismo por la región y lo exultante del modelo económico chileno, los Gobiernos de la época (sobre el final del gobierno de Luis Alberto Lacalle y el segundo de Julio maría Sanguinetti) pusieron mantel y vajilla de plata para la instalación de las AFAP tanto de empresas extranjeras como nacionales. Así pues, en el año 1995 se sancionó la ley 16.713, y a partir de 1996 se comenzó a aplicar un régimen mixto: BPS+AFAP.

Como había que asegurar a los inversionistas el negocio, la ley estableció la obligatoriedad de afiliarse al sistema y, a pesar de su denominación, modificó el concepto de ahorro individual, en tanto, a diferencias de otros ahorros posibles de acceder cuando su dueño lo necesite, creó un sistema complejo donde, de alguna manera, el dinero queda cautivo.

Así establece por un lado la obligatoriedad: “ART. 2º.- (Ámbito subjetivo de aplicación). El nuevo sistema previsional comprende obligatoriamente a todas las personas que sean menores de cuarenta años de edad a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley, en ningún caso afectara derecho alguno de quienes gozan hoy de pasividad, han configurado causal jubilatoria o la configuren al 31 de diciembre de 1996”.

En cuanto a los retiros, la lógica es que como “el saldo de la cuenta de ahorro en la AFAP tiene como único objetivo el pago de jubilaciones y prestaciones del trabajador afiliado, la normativa que regula el Sistema Previsional Común no habilita a otros destinos. Por lo tanto, no es posible el retiro de los fondos de la cuenta de ahorro individual”.

Sin embargo, la nueva ley 20.130 establece ciertas excepciones que sí permiten el acceso anticipado a parte del saldo de la cuenta de ahorro individual de la AFAP:

  • Se establece la posibilidad de retiro de capital para aquellos afiliados que están comprendidos en el régimen jubilatorio anterior, en la convergencia de regímenes para la configuración de causal normal y en las causales anticipadas que, habiendo configurado causal jubilatoria, opten por postergar el momento de su jubilación como mínimo por tres años. Estas personas podrán retirar el 9 % del saldo acumulado de su cuenta de ahorro individual obligatorio de la AFAP, así como en la de ahorro voluntario y complementario.
  • Las personas afiliadas que padezcan una enfermedad terminal y puedan acreditarlo, podrán recibir una prestación mensual a término por 36 meses, que podría triplicar lo que percibiría por una jubilación normal. El pago está a cargo de la AFAP y se financia con el saldo ahorrado del afiliado.

Diosas de barro

Los 90 también fueron los años donde en ancas del neoliberalismo el capital financiero subyugó al resto de la economía y la producción pasó a ser una actividad subalterna del mismo. AEBU dio una batalla sin cuartel previendo lo que se venía (que estalló en el 2001), exigiendo al Banco Central del Uruguay una política seriamente fiscalizadora.

El negocio con plata ajena (que es inherente a la lógica del sistema bancario como uno de los actores del mercado) estaba floreciente, pero hasta el mejor plan de negocios paga su culto al riesgo con plata de otros. Es oportuno recordar lo escrito por Ernesto Murro referido a los negociados sufridos por varios ahorristas, algunos de ellos con sueños de alcanzar una nueva forma de jubilación.

Decía Murro en su artículo “La crisis de los bancos y las AFAP”: “Las calificadoras de riesgo Moody’s y Standard and Poor’s le dieron este año (junio del 2002) la mejor calificación (AAA) a los bancos Comercial y Montevideo. Y los uruguayos todavía estamos por saber cuántos cientos de millones nos costarán de nuevo estos bancos estatizados reprivatizados, estatizados reprivatizados…. además del Caja Obrera, de Crédito, antes el Pan de Azúcar, etc., etc.”.

Recordemos la propaganda reciente de la fusión del Montevideo y el Caja Obrera: “2 bancos, el doble de frutos”, junto a dos racimos de uva, “Uniendo fuerzas para servirlo mejor (…) una relación cliente-banco más fructífera construida sobre la confianza, la cercanía, la reciprocidad”.

El Banco de Montevideo es copropietario de Unión-Capital AFAP y el Banco Comercial es copropietario de Afinidad AFAP. Tal vez parezca que no tiene nada que ver lo del título, pero veamos: Afinidad AFAP S.A. es la nueva AFAP producto de la fusión entre las anteriores Comercial y Santander y es propiedad de ambos bancos: 50 % y 50 %. Según informa el boletín del Banco Central del Uruguay (BCU – nro. 22) a diciembre 2001, en el nuevo Directorio de la entonces denominada Comercial Santander AFAP S.A., figura como director titular el señor Carlos Röhm, quien anteriormente era vicepresidente de Comercial AFAP S.A., propiedad del Banco Comercial, uno de los bancos que es parte de la crisis y del proceso multimillonario de salvataje financiero actual.

En el boletín del BCU nro. 23, de marzo de este año, en el listado de directores de Afinidad ya no aparece el señor Röhm como miembro.

Unión Capital AFAP S.A. es la nueva AFAP producto de la fusión de las anteriores Unión y Capital. Es propiedad por tercios del Banco de Boston, el CITIBANK y el Banco de Montevideo S.A. Este es otro de los bancos que integran la crisis y el salvataje. En el Directorio de Unión Capital figura como director el señor Dante Peirano Basso, quien también era vicepresidente de Capital AFAP cuando ésta era propiedad en un 45 % del Banco de Montevideo.

Röhm y Peirano son apellidos notorios en estas crisis y en Uruguay.

Dante Peirano Basso era hasta hace pocos días presidente de la Asociación de Bancos del Uruguay, a lo cual renunció por estos hechos. Es la segunda renuncia apresurada a esta presidencia en estos días: el anterior presidente era Carlos García Arocena, del Banco Comercial, ante el “escándalo Röhm”. García Arocena era a su vez, hasta antes de la fusión, director de Comercial AFAP S.A.

A esto debemos unir también los escándalos de Granja Moro en Uruguay y de la Enron en EEUU. En el caso de Moro, las AFAP estaban estudiando invertir en ella, por suerte no llegaron a hacerlo. Moro tenía en su directorio a representantes de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), del Gobierno uruguayo y del Banco Mundial y el BID, además de estar auditada por la Price Waterhouse Coopers. Parecía tener todas las garantías…

Era el caso de Enron, también financiada por los bancos J.P. Morgan y Citigroup, vinculada al grupo del presidente Bush, que se vanagloriaba de sus grandes ganancias hasta el año pasado y de la “transparencia” de su información. Con la crisis de Enron, entre otras graves consecuencias, se perdieron los fondos jubilatorios de miles de empleados y jubilados.

Y la cosa no terminó ahí, otro escándalo similar está en proceso con la Word.com.

En Uruguay, el caso Moro fue detonante de la desconfianza de la gente hacia la inversión en obligaciones negociables y también afectó la credibilidad en los fondos de inversión y en el mercado de acciones.

Moviendo valores

El Banco Central del Uruguay (BCU) fiscaliza cuatro AFAP conocidas por su razón social: República AFAP, Unión, Sura S.A. e Integración S.A.

En el caso de Unión participa Itaú Uruguay con el 100 % del capital, con sus perspectivas ramificaciones en otros servicios financieros. En el caso de Integración sus accionistas son Banco Bandes Uruguay S.A. con el 77,40 %, CABAL Cooperativa con el 8,10 % y FUCAC con el 14,50 %.

En el caso de SURA posee el 100 % SURA Asset Management Uruguay Sociedad de Inversión S.A., que se presenta como un corredor de bolsa que cuenta con el respaldo del Grupo Bancolombia, organización de banca universal (banca comercial, banca de consumo, banca seguros, banca de gobierno, administración de activos, productos de tesorería, banca de inversión, banca offshore, banca privada y otros servicios financieros complementarios), presente en cuatro países de América latina.

En próximas entregas veremos cuáles son los vínculos de muchos gerentes de las AFAP con dirigentes políticos.

En el caso de República, sus accionistas son el BROU con el 51,00 %, el Banco de Previsión Social con el 37,00 % y el Banco de Seguros del Estado con un 12,00 %.

Según un último informe, desde sus inicios las AFAP han destinado recursos a diversos rubros de inversión: agropecuario, industrial, comercio, transporte y servicios, inmobiliario, financiero, infraestructura, energía; lo que le permitió a empresas y organismos de distinta índole financiarse a través del mercado de capitales y así ampliar sus posibilidades de producción. Asimismo, las AFAP cuentan con exposición a la renta internacional a través de bonos emitidos por organismos multilaterales de crédito y de bonos emitidos por gobiernos extranjeros. También existen inversiones en otros rubros, pero de menor relevancia.

El monto invertido por el sistema de AFAP, 5.069 millones de dólares al 30 de junio de 2021

– Infraestructura: 43 %

– Agropecuario: 27 %

– Energía: 10 %

– Comercio, transporte y servicios: 8 %

– Inmobiliario: 5 %

– Financiero: 4 %

– Industrial: 2 %

La plata de los trabajadores

Según un documento que manejan los trabajadores de ATSS a partir de un informe del jefe de riesgos de Unión Capital AFAP, Agustín Sheppard, se da cuenta de estos y otros aspectos.

Se estructuraron ocho fondos en el sector forestal y cinco en el agrícola por USD 1.256 millones.

El fondo que ahorran los trabajadores en las AFAP para su posterior jubilación invierte principalmente en títulos de deuda pública uruguayos. No obstante, en los últimos años ha crecido la inversión en proyectos que se financian en la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM) o en la Bolsa Electrónica de Valores (BEVSA) y cuyos títulos son adquiridos por las AFAP.

“Los títulos emitidos por empresas y los fideicomisos financieros en circulación representaban 1,1 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2008, aproximadamente USD 331 millones. Al cierre de 2020, el monto había crecido a USD 4.697 millones”, lo que es el “8,8 % del PIB estimado para el año 2020”, indicó el análisis.

Así como creció el circulante de títulos y fideicomisos productivos, también aumentó la participación de las AFAP en este mercado, invirtiendo en esos títulos y fideicomisos.

“La cartera de inversión de las AFAP en estos instrumentos creció de USD 133 millones en 2008 a USD 3.015 millones en 2020. Si se mide en términos del PIB, el porcentaje se incrementó de 0,4 % en 2008 a 5,6 % en 2020”, señaló el informe.

Agregó que hay que “tener en cuenta que el monto comprometido es aún mayor que el efectivamente invertido, dado que el regulador (el Banco Central) habilitó la opción de realizar integraciones de capital diferidas en el tiempo y varios fideicomisos adoptaron esta modalidad”.

Las AFAP poseen en total 631.272 uruguayos que corresponden al Subfondo de Crecimiento, 740.866 al Subfondo de Acumulación y 216.160 al Subfondo de Retiro, según los últimos datos del Banco Central del Uruguay (BCU).

Esto quiere decir que entre República AFAP (con un 38,6 % de participación en el mercado), AFAP Sura (22,9 %), Unión Capital AFAP (22,7 %) e Integración AFAP (15,8 %) recibieron 14.027 millones de pesos en el cuarto trimestre de 2023 en concepto de aportes desde el Banco de Previsión Social (BPS). Del total, el 56 % fue para República AFAP, un 18 % para Sura, un 17,2 % para Unión Capital y un 12,8 % para Integración. En tanto, la transferencia promedio mensual por aportante fue de unos 5.046 pesos.





Fuente

Escrito por hiperactivafm


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