La noche
del 27 de octubre, Carlos Carrascosa encontró muerta a su esposa, María Marta
García Belsunce, tirada en el piso de su baño, en la casa del Carmel Country
Club de Pilar, un exclusivo barrio privado a las afueras de Buenos Aires.
Con ese
hallazgo iniciaba un caso judicial que fue protagonista absoluto de las
pantallas y portadas de la Argentina postcrisis. Una causa que años después,
aún sin un culpable definitivo, sería objeto de un documental y una serie de
ficción.
Pasaron 36
días hasta que la autopsia reveló que García Belsunce fue asesinada con cinco
balazos calibre .32 en su cabeza. La sexta bala le rozó el cráneo y se convirtió
en el famoso “pituto” que fue hallado en el piso del baño y arrojado al inodoro
por la familia de la muerta.
En
diciembre comienza la trama judicial con dos bandos claramente determinados.
Por un lado, la familia, que sospecha de Nicolás Pachelo, un vecino del country
que contaba con antecedentes penales. Por el otro, el fiscal Diego Molina Pico,
que desde un primer momento apuntó contra el esposo de la muerto y que en abril
del 2003 logró detenerlo como presunto asesino.
El duelo
entre ambos bandos prosiguió y escaló. Carrascosa pagó 100.000 pesos de fianza
y salió de la prisión preventiva un mes después de detenidos. El fiscal seguía
acusándolo de matar a su esposa por una riña sobre cuestiones financieras.
Llega 2007
y la justicia determinó que Carrascosa no era culpable del homicidio, pero si
fue condenado a cinco años y seis meses de cárcel por encubrir el delito. Dos
años después, fue condenado como “coautor del delito de homicidio agravado por
el vínculo” y le dieron cadena perpetua.
La Corte Suprema
de Justicia argentina vio en el caso varias irregularidades que consideró
graves y en 2014 ordenó que se revisara. Luego de eso, Carrascosa obtuvo el
arresto domiciliario y en 2016 obtuvo la libertad. La Justicia lo había
absuelto; el culpable del crimen, a ojos de los jueces, seguía libre.
Con el
tiempo el caso tuvo un viraje. Pachelo, quien para la familia y el viudo de la
víctima era culpable, fue condenado por una serie de robos en otro country de
Pilar y en dos barrios privados a nueve años y seis meses de cárcel.
Detenido en
una cárcel de La Plata hasta ahora, fue foco nuevamente de la investigación. La
hipótesis del robo de la casa de los García Belsunce-Carrascosa como contexto
del crímen tomó fuerza. En 2022, inició el proceso judicial sobre Pachelo y sus
dos presuntos cómplices en el crimen, José Ortiz y Norberto Glennon, dos
exvigilantes del country.
En
diciembre de ese año fue absuelto por el homicidio el voto de dos de los jueces
del tribunal, contra la voluntad de uno de ellos, que lo veía como culpable.
Finalmente,
este jueves 27 de marzo, la Justicia, en una nueva instancia, revirtió ese
fallo y condenó a cadena perpetua a Pachelo, como autor del homicidio de García
Belsunce, 21 años y 5 meses después de su muerte.