Las lecciones que deja el escándalo del CEO sorprendido con su amante en un concierto de Coldplay

Las imágenes del CEO de la firma Astronomer, Andy Byron, abrazado con la directora de Recursos Humanos de esa empresa, Kristin Cabot, le dieron la vuelta al mundo y convulsionaron Internet, generando miles de opiniones y juicios.

Cuando el romántico abrazo que la pareja compartía fue captado por la ‘kisscam’ del concierto de la banda británica Coldplay, ambos cambiaron por completo su lenguaje corporal. Inmediatamente, Cabot se tapó la cara, mientras Byron se tiró al suelo para quedar fuera del campo de visión de la cámara. Sorprendido por lo que estaba viendo, Chris Martin, vocalista del grupo, no pudo evitar comentar lo que ya todos habían pensado: «Oh, ¿están teniendo una aventura o son muy tímidos?».

Después del episodio, se reveló que el ejecutivo de Astronomer está casado, y que Cabot también está casada con otro gran ejecutivo de una empresa dedicada a la fabricación de bebidas alcohólicas.

Así, se creó un momento viral, que convirtió lo que probablemente era su secreto mejor guardado en una noticia internacional. Sin embargo, lo que empezó como algo curioso o divertido, derivó en consecuencias muy serias para ambos. Ahora, lejos del estallido que provocó, hay algunas lecciones que sacar de este incidente.

La visibilidad ya no depende del deseo personal

Una de las primeras cosas que se pueden resaltar de ese momento es que ninguno de los dos eligió difundir el video, o siquiera aparecer en él. Esto muestra cómo, en la actualidad, la visibilidad ya no depende del deseo personal, sino que la puede exponer cualquier persona con un teléfono o cámara y acceso a Internet. 

Aunque este punto es cierto, también vale recordar que la mayoría de las salas de concierto tienen carteles con los que avisan al público que podrían ser grabados durante el evento.

La difusa línea entre lo privado y lo público

Claro que si no hubiesen sido líderes de su compañía, las consecuencias podrían haber sido menores. El caso es que ambos ocupaban puestos relevantes y, aún más, que fueron removidos luego del escándalo, lo que demuestra la importancia de los valores que deben reflejar cada uno de los líderes de una empresa y cómo esto afecta la imagen general de la compañía.

En este tipo de escenarios, la línea entre lo privado y lo institucional es prácticamente nula, por lo que una acción ‘incorrecta’ de una persona puede terminar por crear una reputación diferente a la que se deseaba o se venía construyendo. Esto también puede hacer que otros rumores, reales o no, tomen más fuerza durante un momento de crisis, provocando que se pierdan eventualmente los avances de un proyecto.

Las suposiciones se convierten en titulares

Otro punto destacable es la rapidez con la que las primeras suposiciones y conclusiones se convierten en titulares, que se esparcen masivamente sin importar la veracidad de su contenido. La velocidad con la que se comparten las historias en las redes sociales permite que lleguen a más personas, lo que a su vez facilita la creación de una opinión común entre las masas, incluso antes de que los protagonistas de los hechos se expresen.