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El pasado miércoles 5, concluyó la etapa de alegatos del juicio
oral contra Diego García, actual jugador de Peñarol que está acusado
de “abuso sexual con acceso carnal” desde 2021, cuando jugaba en
Estudiantes de La Plata.
Tras una primera semana de juicio en la que declaró la denunciante,
Clara Bulacio – quien en el momento del hecho jugaba al hockey en el
club pincharrata –, así como peritos, familiares de ambas partes y futbolistas
que estuvieron en la fiesta, el fiscal Lucas Domsky pidió una condena de
ocho años de cárcel.
Por otro lado, la parte denunciante, representada por el
doctor Marcelo Peña, solicitó una pena de 10 años con “cumplimiento efectivo”.
Además, pidieron “que se forme una causa por falso
testimonio para dos testigos que hicieron un complemento para atenuar la
situación de García”, indicó Peña en diálogo con FútbolUy.
Según comentó el abogado, a lo largo del juicio “el
jugador no mostró arrepentimiento, que no está obligado a hacerlo, pero
tampoco una situación de congoja”.
“Solamente se puso en una posición de que él quería
seguir jugando, que es lo único que le importa, y que agradecía a los
clubes que le mantenía esa oportunidad pese a esta situación. Es todo lo que
dijo”, ahondó.
“Nos molestó un poco que no quiso contestar preguntas.
Lo que peticionábamos era que nos explique el golpe en el pómulo”, añadió.
Las pruebas mostradas
Este miércoles, en el alegato, el fiscal “exhibió unos
audios que demostraron la autoría de García”, aseguró Peña, y apuntó que al
juez le “llamó la atención porque son unos audios muy fuertes de Clara,
que denotan la responsabilidad de la situación”.
Esos audios a los que hace mención fueron enviados por Clara
Bulacio a los amigos “cuando estaban en el predio”. “Daba la credibilidad de
los hechos, de que por favor la vayan a buscar porque había sido violada por
un jugador”, siguió.
Por otra parte, el viernes se mostraron chats de la víctima
con Darío Sarmiento, jugador de Estudiantes en ese momento: “Echó por
tierra la situación de García, que había declarado que se enteró días después
de que habían hecho una denuncia”.
“Darío Sarmiento manifestó que al otro día Diego García
estaba preocupado”, dijo Peña.
“La acusación fue basada más en el comportamiento negativo
de García, en ocultar algunas condiciones de los pasajes de los hechos”,
comentó, y agregó: “Cuando declaró, hizo una escena de hechos que no
sucedieron”.
Además de los audios y los chats, la parte denunciante
utilizó como prueba el golpe en el pómulo que presentaba Clara: “Los
testigos dijeron que cuando ella salió del baño, se lo vieron”.
“Ella manifestó que fue parte del golpe en la pared, porque cuando
abusó de ella con la mecánica violenta, la tiró contra la pared”, explicó.
La otra parte
La defensa del jugador solicitó la absolución.
Fuentes cercanas al futbolista apuntaron que su defensa quedó conforme con
los planteos realizados ante el juez. En ese sentido, los consultados
relativizaron las versiones difundidas por medios argentinos sobre el contenido
de la audiencia.
Además, destacaron la declaración de Diego García y la de
los otros testigos, y aseguraron que hay tres versiones “diferentes” del
hecho: una de Clara, otra de un amigo y una tercera de su psicóloga.
Por último, mencionaron que la pericia psicológica del
jugador fue positiva y que la de la víctima, no.
Lo que se viene
El próximo martes 25, el juez Ezequiel Medrano del
Tribunal Oral en lo Criminal N° 5 de La Plata, hará la lectura del veredicto
y de la sentencia.
Según la parte denunciante, es “muy alta la chance de que le
pidan la detención” porque “está más que evidente la situación y hay muchas
pruebas para que lo puedan condenar”.
En caso de que García sea condenado, deberá cumplir prisión
en Argentina.
El caso
El 24 de febrero de 2021, futbolistas de Estudiantes se
reunieron en una quinta de la localidad de Abasto y asistieron mujeres.
La denunciante, de 21 años, era jugadora de hockey sobre
césped del club y explicó que estaba esperando para ingresar al baño cuando
apareció García, la tomó por la fuerza y entró con ella al baño.
Añadió que la dio vuelta, la tiró contra la pared, golpeándole el
ojo izquierdo, y posteriormente, se perpetró el abuso.
El después
Tras la denuncia, Estudiantes de La Plata activó sus
protocolos de género y separó a García del plantel. Regresó a los
entrenamientos, pero no volvió a jugar en la institución; primero fue cedido a
Talleres y Patronato, y, tras rescindir, jugó en Emelec, Liverpool y Peñarol.
El extremo, ahora de 28 años, llegó al Carbonero con un
“contrato atípico”, y el club manejó “las previsiones del caso con la
Secretaría de Género”. “Frente a cualquier avance” que tenga el proceso
judicial, el vínculo podría ser rescindido.
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