Los ‘tribunales’ del Comando Vermelho: torturas, castigos y desapariciones en las favelas de Río

Los jefes del Comando Vermelho (CV), una de las bandas criminales más grandes de Brasil, crearon grupos en aplicaciones de mensajería para impartir órdenes que iban desde castigos a los residentes de la zona hasta la organización de turnos de seguridad y equipos de acompañantes armados para los líderes, según una investigación del Ministerio Público del Estado de Río de Janeiro (MPRJ) citada por G1.

El expediente judicial detalla que las instrucciones incluían prácticas de tortura contra vecinos de los complejos de Alemão y Penha, en la zona norte de la ciudad. En los mensajes, los integrantes discutían cómo castigar a quienes desobedecían las normas impuestas por la facción. Las sanciones iban desde golpizas y encierros forzados hasta la muerte.

La información surge tras el reciente magaoperativo de la Policía de Río de Janeiro contra el Comando Vermelho, que dejó más de 130 muertos y decenas de detenidos. 

Uno de los métodos de tortura descritos en la causa consistía en introducir a las víctimas —especialmente mujeres— dentro de tambores con hielo, mientras otros miembros filmaban la escena.

En otro caso, un hombre identificado como Aldenir Martins do Monte Junior fue arrastrado durante siete minutos por las calles de la favela mientras era golpeado y obligado a delatar a una banda rival. Aldenir permanece desaparecido y la policía presume que fue asesinado.

De acuerdo con la investigación, el traficante Juan Breno Ramos, alias ‘BMW’, era el encargado de aplicar las sanciones decididas por el grupo, mientras que Carlos Costa Neves (‘Gadernal’) participaba en las transmisiones en video de las torturas.

En las comunicaciones aparece también Edgar Alves de Andrade (‘Doca da Penha’ o ‘Urso’), principal jefe del Comando Vermelho, quien cuenta con 26 órdenes de arresto pendientes y 269 antecedentes criminales. Los tres —’BMW’, ‘Gadernal’ y ‘Doca’— ya habían sido denunciados por el asesinato de tres médicos en 2023 en la Barra da Tijuca, también en Río.