Lula se alinea contra los combustibles fósiles

El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, dio un plazo de 60 días a sus ministros de Minas y Energía, Finanzas y Medio Ambiente para presentar un plan con directrices concretas que le permitan al país suramericano abandonar el uso de combustibles fósiles, así como una propuesta para constituir un Fondo de Transición Energética financiado con recursos procedentes de los hidrocarburos, reporta Folha de São Paulo, que cita un decreto promulgado este lunes.

En concreto, las carteras presididas por Alexandre Silveira, Fernando Haddad y Marina Silva deberán someter «con carácter prioritario» ante el Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) las propuestas candidatas a hacer parte de la hoja de ruta. Se trata de una instancia presidida por el mandatario que cuenta con representantes de todos los ministerios, cuya función es definir las políticas en esa área.

De acuerdo con las instrucciones emanadas por el Palacio de Planalto, una vez agotado el plazo, los tres ministerios tendrán que presentar un proyecto de resolución ante el CNPE con el «objetivo de establecer directrices para la elaboración de una hoja de ruta para una transición energética justa y planificada, con vistas a reducir gradualmente la dependencia del país de los combustibles fósiles».

Iniciativa reflotada

Se trata de una iniciativa impulsada por Lula tras su fracasada tentativa de incluirla en el acuerdo final de la COP30 celebrada en noviembre pasado en Belem du Pará, que concluyó sin ningún compromiso concreto para mitigar los efectos de la crisis climática, que según la evidencia disponible, en buena medida se debe al uso intensivo de combustibles derivados del petróleo.

En esa línea, el medio brasileño llama a recordar que los países árabes se opusieron a la mención de los hidrocarburos en la resolución, so pena de no adherir la declaración.

Frente a esto, Brasilia prefirió retirar la hoja de ruta para la descarbonización y, en su lugar, se comprometió a trabajar en esa dirección aguas adentro, toda vez que para hacerlo no precisa de la autorización de ninguna entidad supranacional. Colombia y otros países están de acuerdo con la propuesta brasileña y se prevé que se reúnan en abril de 2026 para afinar detalles.