El presidente
brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, recibió este lunes una quinta
dosis de la vacuna contra la covid-19 en el inicio de una nueva y vasta campaña
de inmunización, e instó al país a “dejar atrás el negacionismo”.

La vacuna le
fue aplicada por el vicepresidente, Geraldo Alckmin, médico de profesión, en un
acto celebrado en la localidad de Guará, vecina a Brasilia, donde el Gobierno
comenzó la nueva campaña, que atenderá inicialmente a mayores de 70 años,
residentes en asilos de ancianos, indígenas y quienes sufren algún tipo de
inmunodepresión.

En esta campaña
serán usadas vacunas bivalentes, que ofrecen una mayor protección contra las
más recientes variantes del virus, que llegó a Brasil hace ahora tres años y,
según datos oficiales, hasta hoy ha dejado casi 699.000 muertes y 37 millones
de contagios.

Entre los
objetivos del Gobierno están las personas que aún no han completado la pauta de
vacunación, pues se ha comprobado que menos del 50 % de los 210 millones de
brasileños cuenta con las tres dosis que, según el Ministerio de Salud, es lo
que garantiza los niveles de protección “mínimos requeridos”.

“Este gesto es
para decir que habrá vacunas para todos”, pero “más importante que eso” es que “todos
entiendan que tomar la vacuna es la única garantía que existe para no morir por
falta de responsabilidad”, declaró el mandatario.

Lula hizo una
velada referencia al expresidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha a
quien sustituyó el pasado 1 de enero y que durante su gestión minimizó la
gravedad de la pandemia y hasta mantuvo una dura y sostenida campaña contra la
vacunación.

“No crean en el
negacionismo, dejen atrás el negacionismo y no escuchen las tonterías que dicen
sobre las vacunas”, que son “lo único que puede evitar desgracias mayores” y
son las que “permitirán que superemos de una vez esta pandemia”, declaró.

Lula subrayó
que “no tomar una vacuna es derecho de cualquiera”, pero apuntó que “tomarla es
un gesto de responsabilidad” con toda la sociedad.

“Por amor de
Dios, no sean irresponsables”, pidió el mandatario, quien sostuvo que él se
aplicará cuantas dosis sean necesarias.

“Ahora tomé la
quinta, pero si hay una sexta la tomo. Y si hay una séptima también, porque me
gusta la vida y la vida es para ser preservada”, aseguró.

En la misma
ceremonia, antes que Lula, fueron vacunadas una mujer de 84 años, un hombre de
90 y una joven embarazada, que representan parte de las personas que serán
inmunizadas en la primera fase de la campaña, que contempla a unos 56 millones
de brasileños.

EFE





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