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“Recuerdo que la vez que pasó la particular situación yo estaba en la sala de casting hablando con una chica que hacía los castings, pero ella se salió y en ese momento ellos estaban afuera, y vieron la oportunidad, y se entraron a la oficina. Cerraron la puerta y empezaron a tocarme por todo lado”, fueron las palabras con las que Andrea [nombre que usaremos como seudónimo para proteger la seguridad de la persona que dio el testimonio] empezó a confesarse.
Así comenzó la historia de una mujer que a sus 17 años tuvo que enfrentarse al primer caso de acoso y abuso laboral en un medio de comunicación colombiano. Un tema que, según lo que ella ha podido vivir y conocer, se ve mucho en el medio.
“Yo he podido trabajar en diferentes sectores y me parece que es una situación que se presenta mucho, sobre todo alrededor de la industria audiovisual. Yo era muy pequeñita cuando sucedió esto [el primer episodio de acoso sexual], yo tendría unos 17 años y fue cuando estaba haciendo las pasantías”, dijo Andrea.
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De acuerdo con sus declaraciones, todo ocurrió en RTI, una programadora de televisión de Colombia que fue fundada el 17 de marzo de 1963 por Fernando Gómez Agudelo y Fernando Restrepo Suárez con el nombre de Radio Televisión Interamericana S.A., y funcionó hasta 2016. Allí había un asistente de dirección, que ya falleció, y también un productor que era su compinche, los protagonistas de esta historia.
“Resulta que ahí había muchas cámaras por todo lado, pues en los estudios, pasillos, redacción, casi en todos lados, pero había un punto ciego que tenía todo el edificio que era la oficina de casting, ese era el único lugar en donde no había cámaras”, explicó la víctima.
Según su experiencia, los dos hombres, que estaban entre los 38 y 45 años, se acercaban a las mujeres todo el tiempo y en medio de esa confianza e informalidad las abrazaban mucho y las tocaban en gran medida posible; acciones que en el día a día todas quisieron normalizar, hasta que Andrea tuvo que cambiar de percepción, pues un día los señores la encerraron en un cuarto y se aprovecharon de ella.
“Me tocaron toda, me tocaron en mi parte de abajo por encima del pantalón, me metieron las manos dentro de la blusa y me tocaron los senos, me apretaban las nalgas y me metían la mano adelante, los dos. […] Me decían que tan divina, que tan juiciosa y tan chiquita, que qué delicia una mujer de esta edad, que es una niña. Yo estaba asustada, pero tampoco me molesté porque yo tenía era más susto que rabia, en ese momento, así que me quitaba las manos de encima, respiraba y sonreía agitada y nerviosa. Entonces les dije que no, que esperaran yo me salía, pero me cerraron la puerta y uno de ellos se puso contra la puerta y no me dejaba salir y ahí me tocaron, recuerdo que todo el cuerpo y, finalmente cuando pude coger la perilla de la puerta y empecé a hacer fuerza para abrir, uno de ellos de una me dijo: ‘Lo que pasa en esta oficina se queda en esta oficina, ¿no?’”, reveló Andrea.
Ante el acoso y abuso, ella no hizo mayor cosa que aguantarse, ya que asegura que en ese momento solo quería salir de ahí y salvarse, pero sí tomó la decisión después de llorar en el baño de contarle a alguien lo que había ocurrido.
“Le conté a la chica con la que estaba hablando antes de que todo pasara y ella escuetamente me dijo que ellos eran así y que siempre eran atrevidos”, indicó.
Sin embargo, la mujer salió en defensa de Andrea y frenó a los dos sujetos, pero entonces uno de ellos, el que ya falleció, un día subió y le dijo a la joven víctima que le parecía terrible lo que había dicho, que así se formaban los chismes, pues había sido algo que ellos hacían por juego.
En ese momento, el magno señor de la televisión para muchas personas, “el que nunca hacía nada y todo el mundo en el medio lo adoraba” — incluso, le hicieron notas cuando murió y lo despidieron por lo alto en las pantallas pequeñas — amenazó a Andrea con la posibilidad de quitarle el trabajo si decía una palabra más.
“Me dijo que, si estaba teniendo muchos problemas, pues entonces que iba a hablar con mi jefe porque pues no era justo que estuviera inventando esas cosas de ellos”, contó Andrea.
El hombre le indicó que esperaba que no fuera a decir nada más al respecto porque ese chisme ponía en juego la imagen de ellos y eran inocentes.
“Me dijo que yo les había permitido todo eso y que, si no era así, entonces yo por qué me reía, porque en realidad yo me reía con susto, no fui agresiva ni contesté, solo sonreía asustada y pedía que me soltaran, nada más. Pero él insistía diciendo que no habían hecho nada y que por eso yo no podía hacer nada al respecto. Yo llegué a pensar que no debí haber contado lo que pasó, me hizo sentir culpable porque los había hecho quedar mal”, dijo la mujer conmovida recordando el momento.
Para esa oportunidad a Andrea le ganó más la necesidad del trabajo que tenía y, al pensar que si realmente hablaban con su jefe podía quedar desempleada, lo dejó pasar.
Seis años después se volvió a encontrar en Colombiana de Televisión con uno de esos personajes, que para ese momento ya tenía más poder y reconocimiento, y una vez más se sobrepasó con Andrea.
“Recuerdo que la primera vez que me vio de una me saludó con un beso andeniado [en la esquina de la boca] y cuando me giré me dio una palmada en la cola. Yo era un poco más grande, así que me volteé y le dije que no, que eso no se hacía y que ya habíamos pasado por eso, pero él soltó una risa y me dijo: ‘ay, tan boba’”.
Sin embargo, ahí paró el tema con esos hombres, sin Andrea imaginarse que luego de la mala bienvenida que tuvo con los medios de comunicación en Colombia, la historia se iba a repetir, pero con un episodio que la dejaría marcada para siempre.
“Hay un director de una novela muy importante, y ha ganado premios y todo. Recuerdo que lo conocí una vez en una despedida, nosotros trabajábamos en el mismo canal, pero no en la misma producción, y ese día entonces nos conocimos, cruzamos un par de palabras y ya luego tengo solo vagos recuerdos”, continuó revelando Andrea.
Fueron tantas veces que le dijeron que no cuente esas cosas malas que le pasaban en el trabajo y también las que la hicieron sentir culpable por lo mismo, que a pesar de la gravedad del nuevo asunto decidió callar y llorar hasta poder vivir con el recuerdo.
“Recuerdo que ese día en la fiesta estábamos tomando y me acuerdo de que ya me sentía pasada de tragos, pero de una manera extraña, y ya luego tengo vagos recuerdos. Pero de esos, tengo muy claro, de la nada estaba en una habitación de un apartamento y [el director] me tenía ahogándome mientras me tapaba la boca, y yo me lo quería quitar de encima y trataba de gritar, pero él tenía su mano sobre mí y yo estaba como borracha, sin fuerza”, confesó.
Andrea explicó que la escena que pasó a sus 27 años no la pudo olvidar nunca, su memoria se fue a blanco y lo último que recuerda de ese momento es que estaba forcejeando con el famoso director, incluso le pegó para quitárselo de encima, pero la lucha fue en vano y el hombre cumplió su cometido.
“Al otro día yo me levanté y tenía morados en el cuerpo, sobre todo en la cara. Yo estaba alterada y me puse a llorar porque para mí fue una violación, yo no quería, estaba tomada, sí, pero no quería e intenté quitarlo y gritar. Una de las chicas que estaba la noche anterior con nosotros, y que trabajaba con él, yo la vi y le dije: ‘¿Y lo que pasó anoche qué?’, y ella me dijo: ‘No, es que anoche no pasó nada. Eso no es nada, déjalo pasar, estábamos tomando y nada más’”.
La mujer ese día despertó sin ropa de la cintura para abajo, un hombre desconocido que estaba en el mismo lugar le dijo que no llorara y su victimario se había llevado todo, por lo que le tocó coger cualquier pantalón que estaba en el suelo y vestirse con eso para poder irse a su casa.
“Fue una violación, yo no quería, yo estaba desnuda y él estaba haciendo conmigo lo que quería, fue una laguna muy extraña, yo ni recuerdo de qué lugar salí y nunca pude hablar con nadie de eso. De hecho me acuerdo de que me mordió una oreja y me duró mucho tiempo sanando, lloré por tres días y en ese tiempo no me quería ni levantar de la cama”.
Después de eso, el hombre jamás le volvió a dar la cara, así se encontraran varias veces en los pasillos del canal, ella decidió no dar la pelea porque sentía en su corazón que le podía pasar lo mismo que con la mujer que conoce al hombre y que le dijo que no era nada.
Además, al parecer, se trataba de una manera habitual en la que actuaba el director de novelas de ese canal y era algo que dejaban pasar debido a que se trata de un sujeto que tiene nombre y poder, según pudo conocer la víctima.
A raíz de eso, Andrea tomó la decisión de dejar los medios y dedicarse a un sector totalmente diferente.
“Llegó un momento en el que dije: ‘No quiero sentirme en esto, no quiero entrar en esas competencias. Para mí no vale la pena ser y hacer todo lo que hay que hacer’, entonces eso me agotó y lo dejé”, confirmó.
Finalmente, Andrea aseguró que después de tanto tiempo quiso contar su historia porque espera que el acoso laboral y sexual en estos espacios de trabajo audiovisual deje de ser algo que muchos ven y conocen, pero siguen ocultando y tapando por miedo, como le pasó a ella, o porque se normalizó y ya nadie ve la gravedad para que se exponga y detenga.
Según la Ley 1010 de 2006, en Colombia se reconoce como acoso laboral a “toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado o trabajador por parte de un empleador, un jefe, un superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, que está encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral y generar desmotivación”.
Sin embargo, aun siendo una información de libre acceso, Función Pública asegura que la mayoría de las personas no perciben estas conductas [que se ven comúnmente] como acoso sexual y tampoco las reconocen como una acción que tenga víctimas.
Y aunque hay casos en los que se puede confirmar que los hombres hacen parte de ese grupo de personas que han tenido que vivir estas situaciones, para nadie es un secreto que la mayoría de las víctimas son mujeres.
* Esta nota hace parte de varias entregas sobre abuso sexual y violencia que se vive en los medios de comunicación y que han pasado a la impunidad normalizando el acoso de los victimarios y el silencio de las víctimas.
Escrito por hiperactivafm
todaydiciembre 26, 2024
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