Un grupo de médicos del Ministerio de Salud, pertenecientes
a las direcciones de Vacunas, Tuberculosis, VIH y Lepra, presentaron su
renuncia por el «desmantelamiento» de dichas áreas desde el inicio de
la gestión del presidente Javier Milei y que se agravó a inicios de 2025 con el
despido de varios profesionales.
«No estamos de acuerdo con las políticas sanitarias y
el desmantelamiento que se están llevando a cabo, porque ponen en riesgo a la
salud pública, por eso decidimos renunciar», explicó a EFE la médica
infectóloga Carolina Selent, quien trabajaba hasta ayer en la dirección de
Control de Enfermedades Inmunoprevenibles.
Los ahora extrabajadores de la cartera que dirige Mario
Lugones denunciaron, en una carta abierta publicada en redes sociales, que el
Ejecutivo «prioriza el ajuste a corto plazo en detrimento de las políticas
de prevención y control, con consecuencias de alto costo sanitario y económico,
que son además potencialmente irreversibles para la salud pública».
Según la carta, desde el inicio de 2025 «la
incertidumbre sobre la continuidad de los equipos técnicos se ha traducido en
recortes alarmantes», en paralelo con el despido de «profesionales
altamente calificados, reconocidos, y con una dedicación y trayectoria
incuestionables».
«En enero, en medio de un aumento de los casos y
muertes por tuberculosis y de nuevos diagnósticos de VIH y hepatitis, se
confirmó la disolución de las coordinaciones de Hepatitis Virales y
Tuberculosis. Luego, en pleno brote activo de sarampión y de hepatitis A, la
reducción del 40 % del equipo de VIH y del 30 % del equipo de Vacunas»,
afirmaron los facultativos en el comunicado.
El infectólogo José Barletta, del área de Tuberculosis, VIH
y Lepra, señaló a medios locales que «las autoridades intermedias,
directores nacionales, no tienen demasiada idea de qué es lo que los equipos
hacen» y «aparece una pretensión de que los pocos que quedamos
absorbamos esas funciones de las personas despedidas».
El ministro Lugones se refirió al tema en sus redes sociales
como una «mentira de quienes perdieron sus privilegios» y afirmó que
las «renuncias presentadas son políticas, no sanitarias» y que no
existe un desmantelamiento.
En enero pasado, el Ministerio de Salud informó que no
renovaría los contratos de 1.400 trabajadores y que había reducido en un 30 %
los que calificó como «cargos políticos».
La decisión fue celebrada por el propio Milei, que lo
consideró un triunfo más de su «motosierra» de recorte estatal.
La cartera defendió en su momento la decisión y argumentó
que se trató de una «optimización de los recursos humanos del
Ministerio».
Los recortes del Gobierno de Milei en el gasto público
dejaron sin trabajo a 33.291 empleados del Estado en los primeros nueve meses
de 2024, según el ministro de Desregulación y Transformación del Estado,
Federico Sturzenegger.
Sin embargo, un informe de la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), publicado en noviembre
pasado y elaborado por los académicos Roxana Maurizio y Luis Beccaria,
argumentaba que entre diciembre de 2023 y agosto de 2024 se perdieron 180.000
empleos en Argentina: 52.000 del sector público y 128.000 del privado.
EFE