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Iván Loriente se desvinculó
de Unión Atlética el fin de semana y este lunes hizo pública la noticia
a través de un posteo en su cuenta de Instagram. Razones personales llevaron a
poner fin al vínculo de común acuerdo, luego de que el jugador disputara apenas
dos partidos en la Liga Uruguaya de básquetbol. Tras purgar una sanción de
cinco fechas, jugó un puñado de minutos en las derrotas a manos de Goes y
Defensor Sporting.
“Hace algunos meses que no vengo
bien. No estaba yendo a entrenar con alegría, con la pasión que tengo de jugar
este deporte. Estoy pasando por un momento bastante complicado. No hay un solo
día que yo esté bien. Estoy bastante jodido a nivel de salud mental”, dijo al
programa Pica la naranja de Radio Universal, y agregó: “daría cualquier cosa
por tener un día en paz”.
Tras el partido del pasado viernes
tuvo una fuerte discusión con su entrenador, Gonzalo Fernández, que fue el
detonante, pero no lo responsabilizó. “Yo no puedo ir a entrenar así. Contra
Defensor me peleé con Gonzalo porque no me puso y exploté. Pero no es culpa del
entrenador, del equipo, de los dirigentes ni del club. Es culpa mía con algo
que no puedo manejar. No estoy siendo Iván y no me gusta ser así”, reconoció.
“Llevo meses trabajando con Jorge,
mi psicólogo, pero voy a apuntar a un psiquiatra porque no me está alcanzando
solo con el psicólogo. Y el básquet, que siempre fue mi escape y mi alegría,
tampoco me está alcanzando. Creo que ir a psiquiatra es algo bastante
importante a seguir para salir de esto”, agregó.
“Se me hace muy difícil y mi
cuerpo me está advirtiendo que pare un poquito. No quiero llegar al extremo de
tomar una decisión egoísta, fácil o cobarde como quitarme la vida. Por eso
quiero parar un poco, atacar los puntos fundamentales para estar bien, y
meterle. Estoy dispuesto a hacerlo aunque me cueste, porque estoy hasta las
pelotas”, dijo, y no descartó “volver al básquetbol cuando esté bien”.
“Hace cuatro meses no veo a mi
hija de ocho años y tampoco puedo hablar con ella. Es muy duro para mí el día a
día. Me mata eso. Se vienen las fiestas y el final de las clases, y es súper complicado
no saber de mi hija. Eso me mata. La hija de mi pareja, que tiene con 14 años y
vive con nosotros, también está pasando un momento difícil con su padre. Son
muchas cosas día a día, una tras otra. Nunca podemos estar bien”, lamentó.
Loriente, quien debutó en el
primer equipo de Biguá con 17 años, fue campeón de Liga con su club de origen, y
también jugó en Tabaré, Goes, Welcome, Atenas, Olimpia, Miramar, Urunday
Universitario, Colón y Unión Atlética, club con el que ascendió en la Liga de
Ascenso 2024.
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