Una terapia
experimental de reemplazo de células madre para la enfermedad de Parkinson se
muestra promisoria en ratas, y pronto se evaluará en un ensayo clínico con
humanos, señalan unos investigadores.
«No
podríamos estar más emocionados por la oportunidad de ayudar a los individuos
que sufren de [una] forma genética de enfermedad de Parkinson, pero las
lecciones que se aprendan en este ensayo también tendrán un impacto directo en
los pacientes que sufren de las formas esporádicas, o no genéticas, de esta
enfermedad», comentó el coautor del estudio, Jeffrey Kordower, director
del Centro de Investigación en Enfermedades Neurodegenerativas ASU-Banner de la
Universidad Estatal de Arizona, en Tempe, Estados Unidos.
La enfermedad de
Parkinson provoca daños en un tipo específico de neurona del cerebro, que
produce un mensajero químico llamado dopamina.
La falta de
dopamina provoca síntomas físicos, como rigidez y temblores, además de síntomas
mentales, por ejemplo depresión, ansiedad, problemas de memoria, alucinaciones
y demencia. No hay un tratamiento para revertir ni frenar el avance del
Parkinson, que afecta a más de 10 millones de personas en todo el mundo.
En la revista npj
Regenerative Medicine, los investigadores describieron hace poco la conversión
de células sanguíneas adultas en neuronas funcionales que pueden establecerse
en el cerebro y liberar dopamina.
Los
investigadores encontraron que un grupo de células madre pluripotentes (iPSC)
tuvieron un buen desempeño cuando se trasplantaron en los cerebros de ratas, y
que revirtieron unos síntomas parecidos al Parkinson.
Los
investigadores utilizaron las iPSC cultivadas durante distintos periodos, y
encontraron que las cultivadas durante 17 días antes de la diferenciación en
neuronas productoras de dopamina sobrevivieron en mayores cantidades y eran
mejores para enviar ramificaciones a largas distancias que las cultivadas
durante 24 o 37 días.
«Esto es
importante, porque tendrán que crecer unas largas distancias en el cerebro
humano de mayor tamaño, y ahora sabemos que estas células son capaces de
hacerlo», comentó Kordower en un comunicado de prensa de la universidad,
recogido por HealthDay News.
Pero la
investigación con animales no siempre da resultado en los humanos.
El estudio también
encontró que la dosis de iPSC es importante. Una cantidad pequeña resultó en
una recuperación insignificante, pero un gran número produjo más ramificación
neural y un retroceso completo de los síntomas parecidos al Parkinson en las
ratas.
El ensayo clínico
en humanos planificado incluirá a pacientes con Parkinson con una mutación
genética llamada mutación parkina. Estos pacientes tienen los síntomas físicos
típicos del Parkinson, pero no desarrollan deterioro mental ni demencia.
Si el tratamiento
es efectivo, se seguirá con ensayos de mayor tamaño.
Los autores del
estudio dijeron que esta terapia con células madre podría potencialmente
combinarse con las terapias existentes para tratar la enfermedad de Parkinson,
y que podría conducir a tratamientos para otras enfermedades
neurodegenerativas.
«Los
pacientes con enfermedad de Huntington o atrofia multisistémica, o incluso con
enfermedad de Alzheimer, podrían ser tratados de esta forma para aspectos
específicos del proceso de la enfermedad», planteó Kordower.
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