Un video viral que mostraba el camino hacia la paternidad de una pareja gay en Estados Unidos destapó una realidad alarmante: uno de los padres, Brandon Keith Mitchell, es un delincuente sexual registrado por delitos contra un menor. La historia, que fue presentada como emotiva y esperanzadora en redes sociales, dio un giro drástico tras la denuncia de un activista en la red social X.
Según informó la periodista e influencer Anna Slatz, Mitchell y su esposo, Logan Riley, habían compartido imágenes de su hijo recién nacido como parte de una campaña de visibilidad de su “camino hacia la subrogación”. El video, que buscaba mostrar el primer año de vida del bebé, comenzó a ser compartido el 27 de julio por el activista irlandés Derek Blighe, quien alertó sobre la identidad de uno de los hombres.
Al día siguiente, documentos oficiales confirmaron que Mitchell fue condenado en 2016 por corrupción de menores y posesión de pornografía infantil.
Según registros del distrito de Chester y la policía de Downingtown, Mitchell fue arrestado tras intentar abusar de un estudiante de 16 años, cuando trabajaba como profesor de química en una secundaria. Las pruebas incluían más de 12.000 mensajes de texto con el menor, solicitudes de fotos íntimas y decenas de imágenes explícitas que el docente envió al adolescente. Además, se hallaron cientos de videos sexuales del menor en su computadora personal.
Mitchell se declaró culpable y fue condenado a hasta 23 meses de prisión, aunque recuperó la libertad apenas dos meses después. Perdió su licencia como docente y desde entonces trabaja como químico en una empresa farmacéutica en Pensilvania.
En 2021 se casó con Riley, maestro de segundo grado en Maryland. En 2023, la pareja abrió una campaña en GoFundMe para financiar un proceso de subrogación, donde jamás se mencionó el pasado penal de Mitchell. En noviembre de ese año, anunciaron haber conseguido una mujer gestante. En la descripción del proyecto, se presentaron como una pareja que ama la enseñanza, la familia y los viajes. El mensaje cerraba con entusiasmo: “Padres del futuro, Logan y Brandon”.
La campaña de GoFundMe fue eliminada. Sin embargo, Mitchell también hizo mención al esfuerzo en su perfil de LinkedIn, del cual se preservó registro.
Captura de pantalla extraída de Web.archive.com
La revelación generó conmoción. Según explicó la policía estatal de Pensilvania, las leyes locales no impiden a un delincuente sexual tener hijos biológicos ni acceder a la paternidad vía subrogación, aunque sí restringen la adopción y acogida.
La subrogación en Pensilvania es legal y “amistosa”, y permite que los padres intencionales figuren como tales en el certificado de nacimiento antes incluso del parto, gracias a las llamadas “órdenes de paternidad previa al nacimiento”, según consignó Reduxx. Esto deja fuera del sistema cualquier análisis sobre antecedentes penales.
Helen Gibson, vocera de la organización británica Surrogacy Concern, pidió una investigación inmediata y advirtió que este caso no es un hecho aislado. “Tememos que esto sea apenas la punta del iceberg. La subrogación no tiene controles como la adopción”, señaló. “Remover a un niño de su madre gestante sin un marco de protección es cruel, y potencialmente habilita el abuso”, agregó. La organización reclama una prohibición global de la gestación subrogada, al considerarla incompatible con los derechos de los menores.
Hasta el momento, no hay constancia de que la mujer gestante haya sido informada del historial criminal de Mitchell, ni de que los organismos de protección infantil hayan intervenido.
