Primera reacción de Starmer a la demanda de Trump contra la BBC

El primer ministro británico, Keir Starmer, considera que la acción judicial del presidente de EE.UU. Donald Trump contra la BBC es un asunto que compete únicamente a la cadena pública, aunque el Gobierno del Reino Unido mantiene su respaldo a la independencia del ente, informó este martes Reuters.

La reacción de Downing Street llega después de que el presidente de Estados Unidos presentara el lunes una demanda en la que reclama hasta 10.000 millones de dólares, al considerar que el documental ‘Panorama’ de 2024 de la BBC manipuló el discurso que pronunció ante sus seguidores en enero de 2021, poco antes del asalto al Capitolio.

Un portavoz de Starmer declaró a los periodistas que «cualquier acción legal es un asunto de la propia BBC«. Según recordó, la corporación «ha dejado claro que cree que no hay caso en torno al punto más amplio de difamación o calumnia», y subrayó que corresponde a la cadena y a «sus equipos legales» responder a la querella.

El representante del primer ministro añadió que el Ejecutivo «siempre defenderá el principio de una BBC fuerte e independiente, como radiodifusor nacional de confianza, en el que se puede depender, que informa sin miedo ni favoritismos». Al mismo tiempo, insistió en que «es de vital importancia que actúe para mantener la confianza, corrigiendo con rapidez los errores cuando se producen».

Escándalo en torno a la BBC

El escándalo de la BBC estalló en noviembre, cuando el diario The Telegraph informó que distintas escenas del discurso del líder republicano habían sido modificadas y combinadas para dar la impresión de que el entonces presidente alentaba a sus seguidores para que asaltaran al Capitolio.

En la versión manipulada, se mostraba a Trump afirmando: «Vamos a ir caminando al Capitolio y estaré allí con ustedes y lucharemos. Lucharemos como demonios. Si no luchan con todas sus fuerzas, ya no tendrán país». Sin embargo, en el discurso original Trump había instado a sus seguidores a marchar «pacíficamente y con patriotismo».

Tras el escándalo, el director general de la BBC, Tim Davie, y su directora de informativos, Deborah Turness, dimitieron al reconocer que se cometieron errores.

A mediados de noviembre, la BBC presentó una disculpa formal al mandatario estadounidense, reconociendo un «error de juicio». Sin embargo, la corporación rechazó firmemente las demandas de compensación económica, tras declarar que no volverá a emitir el controvertido episodio.

Asimismo, la cadena ha anunciado esta jornada que se defenderá en los tribunales. «Como ya hemos dejado claro, vamos a defendernos en este caso», afirmó un portavoz de la BBC, agregando que la corporación no hará más comentarios mientras siga en curso el proceso judicial.