En ese sentido, el ahora mandatario dijo que hay secuelas de ese periodo que «continúan hasta hoy»: «Por eso, es tan justo como imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia».
Orsi, dijo que Uruguay es un país de partidos políticos, de alternancia y de acuerdos «Un país en el que la confianza sigue siendo un elemento central para su funcionamiento. Por eso decimos que el Uruguay es un país que funciona».
«Así que gracias democracia, gracias República, gracias partidos políticos por hacer de este Uruguay una amalgama plural de convivencia que aún despierta su asombro en el mundo», dijo Orsi.
El presidente dijo que no llega al gobierno con la lógica de imponer: «Me rebelo contra ese supuesto país de las dos mitades, donde la mitad que gana recurre al orden y mando, y la otra mitad debe estar poco menos que condenada a obedecer bajo protesta. Sepan que nunca supe llevarme muy bien con los muros, tampoco con los ideológicos».
Orsi y la salud de la democracia
Orsi, dijo que la democracia goza de buena salud cuando sus instituciones son sólidas, cuando la justicia es igual para todos y cuando se defiende a ultranza el mandato republicano de la independencia entre poderes.
«La democracia goza de buena salud cuando sus ciudadanos y ciudadanas participan activamente de la construcción política de la República, que no se agota en el sufragio, la democracia gozará de una mejor salud el día que todas las familias uruguayas sepan dónde están sus familiares desaparecidos», dijo
«Larga vida a la República, larga vida a la democracia, larga vida a los partidos políticos que garantizan el pluralismo y la libertad, que nuestro país sea un faro de convivencia, de respeto y de desarrollo para todos los uruguayos y uruguayas», concluyó el presidente.