Montevideo Portal

Martín Sambarino, docente y matemático Grado 5 de la
Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar), difundió este
lunes una carta dirigida a los delegados docentes del Consejo Directivo Central
(CDC) e integrantes de la Comisión de Asuntos Universitarios (CAU) de la
Universidad de la República, en la que los acusa de incurrir en “una
manipulación de la información vergonzosa”.

Los docentes de la delegación emitieron a principios de mayo
un posicionamiento respecto al caso de Sambarino, quien fue denunciado en 2019
por una estudiante por acoso sexual.

En su carta, a la que accedió Montevideo Portal, el profesor
del Centro de Matemática de la Facultad de Ciencias argumenta que la postura de
los delegados docentes contiene “carencias éticas elementales muy difíciles de
digerir, más aún teniendo en cuenta la investidura de quienes lo han
elaborado”. Entiende que realizan “un manoseo inescrupuloso” de su persona, que
le adjudican “actitudes sin conocimiento de causa”, divulgan “calumnias” y,
además, violan la reserva del expediente.

“Han de saber que para condenarme por la falta de la que se
me acusa, no alcanza con ‘llegar a la convicción’ de que tal falta ocurrió: las
pruebas que la administración tenga sobre la ocurrencia de la misma, deben ir
más allá de toda duda razonable”, apunta Sambarino en esta carta elaborada
horas antes de que el CDC evalúe el pedido de destitución que hiciera el
Consejo de Facultad de Ciencias, lo cual ocurrirá en la sesión de hoy.

Sambarino afirma que los elementos a los que refieren los
docentes “no fueron ni investigados ni comprobados” en el sumario en cuestión,
y recuerda que fue él quien solicitó que se le instruyera la investigación “con
la convicción tal vez demasiado ingenua de que iba a ser un proceso justo e
imparcial”. “Pero jamás investigarme por A y condenarme por B”, se queja.

En ese sentido, critica puntualmente algunos pasajes del
documento de los docentes. En este último se menciona que “varios testigos
señalan que el denunciado decía piropos en ocasiones, de uso corriente en su
momento, pero que pueden haber sido interpretados de manera diversa por las
estudiantes”. Recogen, también, “testimonios de relaciones sexuales del
denunciado con al menos dos estudiantes de grado jóvenes”, que a su juicio
abonan la presunción de un “acoso ambiental” de parte del Grado 5.

Una de ellas, según la delegación docente, “cuando tenía 19
años y estaba en 2do de Facultad, tuvo una relación íntima con el denunciado y
aunque en el momento no lo sintió como una violencia hoy lo interpreta como una
situación no deseada a la que fue llevada”. Indican que Sambarino “siguió
siendo su docente y evaluándola”, algo que él desmiente en su carta: “¿Basados
en qué hecho realizan esa aseveración? Concretamente, ¿en qué folio del sumario
se encuentra comprobado esto? ¿Es de esto de lo que se me quiere acusar? Pues
sepan que estoy en condiciones de presentar pruebas concretas en contrario”,
alega.

Otro testimonio al que aluden los docentes es el de una
estudiante que “fue pareja del denunciado cuando estaba en 2do de Facultad,
aunque ya no cursaba con él”. Sobre esto, Sambarino no realiza
puntualizaciones.

En tanto, sí hace descargos contra la afirmación de la
delegación docente en el CDC respecto a testigos de que hubo “al menos otras
dos situaciones en las cuales el denunciado tocó a jóvenes estudiantes en
reuniones sociales de manera que puede ser interpretada como con connotación
sexual”. Dice Sambarino: “Lo que directamente se hace malintencionadamente es
no dejar explícitamente aclarado que se trata de declaraciones de testigos
indirectos”. Agrega que son “rumores de terceros”, ya que “cuando se les preguntó
a las personas que sí estaban directamente involucradas, todas sin excepción
negaron la connotación sexual de estos gestos”.

“Se me acusa de decir ‘piropos’, así en general, como si
fuese un modus operandi. Harían bien en decir de los 57 testigos citados a
declarar en el sumario, cuántos refieren a que decía piropos, y en ese caso,
qué tenor tenían. Quizás por lo absurdo de la acusación, no ameritaba
profundizar en ella. Francamente una manipulación de la información
vergonzosa”, se despacha el profesor.

Y entonces se refiere específicamente a la estudiante que lo
denunció. “Sin embargo nada de esto explica, dado el perfil de acosador que
intentan adjudicarme y que dicen que tuve durante toda la relación de trabajo
con la denunciante, por qué me eligió como orientador de maestría, de doctorado
y además de posdoctorado. Innecesario es aclararles que la denunciante contaba
con excelentes opciones alternativas”.

Sambarino revela luego los motivos por los que no respondió
ciertas preguntas durante la investigación. “No se les ocurre considerar que no
di mi versión pues, de haberlo hecho, tendría que haber relatado qué fue lo que
en realidad pasó, qué fue lo que la denunciante me estaba contando, y violentar
así su propia intimidad”. El episodio al que alude es el relato concreto de la
denunciante, que afirmó que en 2016 en París, cuando se quedó a dormir en la
casa de Sambarino para trabajar en la tesis de doctorado, él la intentó abrazar
de una manera que ella entendió como un avance sexual.

Para el denunciado, los docentes del CDC analizan su caso
más allá de “la verdad material” y lo hacen con “realismo mágico”. En ese
sentido, cuestiona: “Me llama profundamente la atención que a Uds. les parezca
plausible y razonable que la frase ‘fue como un padre para mí’ en los
agradecimientos de la tesis doctoral de la denunciante fuese un ‘mensaje en
código’. ¿Qué clase de argumentos son estos? ¿Considerarían ustedes aceptable
que fueran utilizados en su contra? ¿En qué momento del debido proceso se pasó
de la comprobación de hechos, la contrastación de datos, a la inspiración de
aquellos que tienen que dictar un dictamen o argumentar un fallo?”.

Por último, Sambarino les pide a los docentes que “tengan a
bien” darle lugar a su defensa para que dé su punto de vista, lo cual sería una
“postura garantista”. Y advierte: “Para finalizar me gustaría puntualizar que
lo que aquí ha ocurrido no solo se aleja de la idea de justicia. Este tipo de
acciones laceran de modo profundo a nuestra Universidad y su colectivo”.

Distintas posturas para hoy

Los docentes advierten en su misiva que algunos testigos
declaran haber recibido “presiones” durante la investigación y aseguran que se
han filtrado “declaraciones descontextualizadas”, lo cual consideran “una
pésima señal para el proceso”.

Y concluyen: “En base a lo relevado, entendemos que el
denunciado cometió acoso sexual y ello debe ser reconocido y condenado. Sería
importante que lo reconociera y pidiera disculpas públicamente”. También
entienden que es “fundamental” que la Udelar “dé una señal clara de que esto no
puede pasar y que si alguien hace una denuncia se investigará con seriedad y se
sancionarán estas actitudes”.

Aunque en la delegación hay una “convicción unánime de que
el sumariado cometió acoso y que ello es una falta muy grave y debe ser condenada
de manera acorde a su magnitud”, prevalecen dos posiciones en cuanto a qué
sanción a aplicar. “Algunos compañeros entienden que es correcta la destitución
mientras otros no están de acuerdo con esa sanción. Consideramos que es un
problema que existan solo estas dos opciones ante una falta grave. En
consecuencia, la delegación docente votará dividida para reflejar las
posiciones existentes”, anuncian en el documento con la postura de los docentes ante el CDC firmada el 2 de mayo.

Quienes no apoyan la destitución, proponen una suspensión por 6 meses sin goce de sueldo, la sanción más grave después de la destitución.

El Consejo Directivo Central llega a su sesión de hoy con
este tema en el orden del día y sin una postura unánime no solo en el orden de
los docentes, sino también en el de estudiantes y egresados. De hecho, el
máximo órgano de gobierno de la Universidad trató el asunto ya en una sesión
extraordinaria el 13 de mayo, en la que, según consignó el semanario Búsqueda,
tras cinco horas de discusión cerrada al público no se alcanzó un acuerdo. Entonces
se aprobó una moción para volver a debatir el asunto y se fijó esta nueva
sesión en la que -se espera- se adoptará finalmente una definición sobre
Sambarino y su continuidad en la institución. 

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