El caso histórico del elefante marino con su cría nacida en la playa de Piriápolis el domingo generó preocupación entre ambientalistas y autoridades locales.
En los últimos días, el responsable de SOS Rescate Fauna Marina, Richard Tesore, publicó un video con un mensaje directo: “Piriápolis, bajá los decibeles”, en reclamo por el acoso y el ruido que rodean a los animales.
En diálogo con Montevideo Portal, Tesore reconoció en primer lugar que el operativo de protección se activó de inmediato. “En menos de media hora ya había vigilancia de Prefectura y un cerco perimetral. Ahora, con más tiempo, se amplió el espacio: los animales tienen prácticamente dos hectáreas delimitadas”, detalló.
Aunque agradeció la “disposición total de las autoridades”, entre ellas Prefectura, el Ministerio de Ambiente, la Intendencia de Maldonado y la Alcaldía de Piriápolis, Tesore advirtió que mantener el control no será sencillo con la llegada del calor y el aumento de visitantes.
“Es una zona con muchos perros, gente y embarcaciones, y controlar todo eso en pleno centro será un desafío”, apuntó Tesore.
El ambientalista remarcó que, a diferencia de los episodios registrados en Argentina con ejemplares acosados, en Uruguay el protocolo “se aplicó de inmediato” y los animales se encuentran en buen estado.
Aun así, Tesore insistió en la necesidad de respetar la distancia y reducir el ruido, ya que la presencia humana puede alterar el comportamiento del cachorro y su madre.
“Estamos bien encaminados, pero hay que entender que el ruido y la cercanía pueden estresarlos o separarlos”, concluyó. “Cuidarlos es responsabilidad de todos”.
Previamente, Tesore explicó que la madre atraviesa un período de lactancia exclusiva de unos 25 días, durante el cual el cachorro —que hoy pesa menos de 30 kilos— aumentará unos cinco kilos por día, hasta superar los 120 al momento del destete. “Después la madre se va, y el cachorro puede quedar en la playa hasta 15 días más, aprendiendo a alimentarse solo”.