Revelan quién ayudó a destensar la relación entre Trump y Zelenski

El presidente francés Emmanuel Macron desempeñó un papel crucial para reducir la tensión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, tras su desencuentro en la Casa Blanca de finales de febrero, informa The Washington Post, que cita a dos diplomáticos europeos.

El periódico explica que Macron se valió de su relación con Trump, marcada por altibajos pero dilatada en el tiempo, para convencerlo de que apoyar a Kiev podía reportar beneficios a la Casa Blanca.

Según diplomáticos europeos, Macron y Trump mantienen conversaciones casi a diario, comunicándose de forma directa para abordar desafíos inmediatos. Paralelamente, varios líderes europeos colaboraron para redactar mensajes conciliatorios que Zelenski pudiera emplear para disculparse con Trump y reducir las tensiones tras su desastroso cara a cara en el Despacho Oval del 28 de febrero.

Entre los líderes europeos que se sumaron a la estrategia de acercamiento figura el primer ministro británico Keir Starmer y el canciller alemán Friedrich Merz, quien logró establecer un buen vínculo con Trump tras su primera reunión en la Casa Blanca el pasado mes de junio; así como el presidente finlandés Alexander Stubb y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

A instancias de Macron y Starmer, Zelenski y Trump mantuvieron una reunión privada en abril durante el funeral del papa Francisco en el Vaticano, sin asesores presentes, lo que ayudó a reconducir y reiniciar la relación, según fuentes diplomáticas. Posteriormente, en la cumbre de la OTAN celebrada en junio en los Países Bajos, Zelenski presentó una lista de armamento solicitado junto con una propuesta para que EE.UU. mantuviera el suministro de armas si Europa ayudaba a financiarlo.

Según uno de los funcionarios citados por The Washington Post, el encuentro en La Haya fue «determinante» para mejorar el entendimiento. Otra fuente del medio destacó que Zelenski optó por presentarse con chaqueta y camisa, en lugar de con su habitual atuendo de estilo militar, tras las críticas de las que fue objeto en Washington por su vestimenta.