Revelan una disputa en EE.UU. sobre el respeto de Israel al derecho humanitario

Publicado:
28 abr 2024 05:00 GMT

Entre las posibles violaciones del Ejército israelí en Gaza se destacan «niveles desmesuradamente elevados de daños a civiles para obtener ventajas militares».

Algunos altos funcionarios estadounidenses han comunicado al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, que no les parecen «creíbles ni fiables» las garantías de Israel de que está utilizando las armas suministradas por Washington de conformidad con el derecho internacional humanitario, reporta Reuters con referencia a un memorando interno del Departamento de Estado.

Se detalla que, en virtud de un Memorando de Seguridad Nacional emitido en febrero por el presidente Joe Biden, Blinken debe informar al Congreso antes del 8 de mayo si considera creíbles las garantías de Tel Aviv de que su uso de dichas armas no viola el derecho estadounidense o internacional.

Según la agencia, para el 24 de marzo, al menos siete oficinas del Departamento de Estado habían enviado sus contribuciones a un «memorándum de opciones» inicial a Blinken, y los materiales demuestran las divisiones dentro del organismo sobre si Israel podría estar violando el derecho internacional humanitario en Gaza.

En concreto, las oficinas de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Población, Refugiados y Migración mostraron desconfianza en las declaraciones del Gobierno israelí y proporcionaron a Blinken al menos ocho ejemplos de acciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que plantean «serias dudas» sobre posibles violaciones del derecho internacional humanitario, señala el texto.

Entre las posibles violaciones se destacan ataques repetidos contra lugares protegidos e infraestructuras civiles, «niveles desmesuradamente elevados de daños a civiles para obtener ventajas militares», adopción de escasas medidas para investigar las violaciones o exigir responsabilidades a los responsables de daños civiles significativos, así como asesinatos de «trabajadores humanitarios y periodistas a un ritmo sin precedentes».