Los muñecos reborn, réplicas hiperrealistas de niños humanos
reales, se han puesto de moda y también han generado una verdadera controversia.
Mientras algunos los ven como meros juguetes, otros
entienden que se trata de una manera poco recomendable de canalizar el deseo de
maternar o paternar, en un mundo aquejado por baja natalidad.
Días atrás, uno de estos muñecos fue noticia en Brasil luego
de que la “madre” recurriera a una abogada con el fin de querellarse con su
exmarido por la tenencia del objeto. La legista escuchó a la mujer, pro rechazó
asumir la defensa debido a la fata de “sustento legal”.
Ahora, y también en el país vecino, un sacerdote católico se
vio en la obligación de explicar públicamente que no está dispuesto a
sacramentar muñecos, y lo hizo mediante una sarcástica publicación en redes
sociales.
“No realizo
bautizos para muñecos reborn «recién nacidos», ni atiendo a
«madres» de muñecos reborn que buscan catecismo. Tampoco se celebra
la misa de Primera Comunión para los niños reborn”, enumeró el sacerdote Chrystian
Shankar.
“No hay oración de liberación para un bebé reborn
poseído por un espíritu reborn. Y por último, tampoco doy misa del séptimo día
para bebés reborn que se queden sin baterías. Estas situaciones deben
consultarse con un psicólogo, psiquiatra o, en última instancia, al fabricante del
muñeco”, concluyó el clérigo.
En similar
registro se expresó João Rodrigues, alcalde de la localidad de Chapecó, en Santa
Catarina.
El gobernante
dijo que en su ciudad se aceptarán con gusto todas las solicitudes de hospitalización
de bebes reborn, pero que los hospitalizados serán sus dueños.