Sergio Fajardo criticó la “arrogancia” de Gustavo Petro tras las marchas del 21 de abril: “Escuche a Laura Sarabia”

Sergio Fajardo, figura destacada en el panorama político colombiano y excandidato a la Presidencia de la República, habló de las marchas del 21 de abril, que congregaron a miles de personas en diversas ciudades del país para expresar su descontento con el Gobierno de Gustavo Petro. El político, que también fue uno de los líderes de opinión que se sumó a estas movilizaciones, no escatimó en críticas hacia la respuesta del presidente ante el malestar ciudadano.

En sus declaraciones, Fajardo dejó en claro su desaprobación respecto a la postura del mandatario Petro, calificando su reacción como “patética y delirante”. Para el líder político, una de las principales falencias del presidente es su incapacidad para escuchar y reconocer el malestar legítimo de una amplia gama de personas con distintas perspectivas en el país.

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En lugar de abrir un diálogo constructivo, Petro tiende a reaccionar desde un espacio de confrontación y agresión, según lo señalado por Fajardo.

Una de las principales críticas de Fajardo hacia Petro se centra en la retórica utilizada por este último para descalificar las marchas del 21 de abril, al llegar incluso a tildarlas de “golpe de Estado”. Esta postura, en opinión del político para la revista Semana, refleja una visión populista del presidente, que parece identificarse con la idea de que él mismo encarna al pueblo, ignorando así las voces disidentes y alimentando la polarización en el país.

“El presidente tiene altibajos en la manera como actúa y la manera como reacciona. Evidentemente, ayer estaba en un espacio de mucha rabia y de mucho malestar, descalificando a todas las personas sin ningún tipo de consideración”, dijo Fajardo para el medio en mención.

El excandidato también hizo hincapié en la falta de sensatez y la arrogancia que percibe en Petro, que parece preferir el enfrentamiento constante en lugar de buscar puntos de encuentro y construir consensos. A pesar de la presencia de personas en su círculo cercano que abogan por un enfoque más conciliador, el presidente parece aferrarse a su estilo de confrontación, lo que, según Fajardo, resulta dañino para el país y dificulta el avance en temas relevantes y necesarios para Colombia.

Así mismo, Fajardo enfatizó la importancia de que todas las voces sean escuchadas, al reconocer la seriedad y el peso que tienen estas movilizaciones en la opinión pública. Instó a los legisladores a interpretar adecuadamente el mensaje expresado en las calles y a actuar en consecuencia, como manera para demostrar sensatez y al responder a las demandas de la ciudadanía.

“Laura Sarabia, que es la persona más cercana a él, escribió de una manera sensata y razonable. Yo creo que al presidente le gusta el espacio de la confrontación todo esto le sirve para consolidar ese espíritu que él tiene de ser principio y fin de todas las cosas. Él es el pueblo y, en ese sentido, desde esa perspectiva hay una arrogancia que no le permite entender voces distintas”, agregó el político.

Fajardo hizo estas declaraciones después de que Laura Sarabia, que ocupa el cargo de directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), destacara la importancia de que el Gobierno reflexione sobre las manifestaciones ciudadanas.

Además, Fajardo expresó su preocupación por la imprevisibilidad del presidente Petro, cuya “mente caótica” podría llevar al país por caminos inciertos. Sin embargo, mantuvo la esperanza de que prevalezca la sensatez y se abra espacio para el diálogo constructivo, alejándose del espacio de la rabia y buscando la unidad en la diversidad.

Sergio Fajardo señaló para el medio mencionado que: “Las personas que han conseguido votos, que han hecho campaña o hemos hecho campaña, sabemos que lo que pasó ayer no es una tontería, es algo serio y merece atención. Los congresistas tendrán que saber leer los términos de lo que se dijo ayer y tendrán que ver cómo actúan en términos políticos”.

Así mismo, el político reiteró su llamado a la responsabilidad por parte de quienes lideran la sociedad, al recordar que es posible ser diferentes sin convertirse en enemigos. Subrayó la necesidad de tender puentes, conectar y construir, en lugar de alimentar la rabia y la confrontación que obstaculizan el progreso del país.