El
partido entre Uruguay y Venezuela en el Estadio Centenario fue, sin dudas, el
menos taquillero de los ocho que lleva disputados la selección en las Eliminatorias
sudamericanas rumbo a la Copa del Mundo 2026.
Se
vendieron poco más de 32.000 entradas, pese a que bajaron de precio respecto a
las últimas presentaciones del equipo de Marcelo Bielsa. Hubo muchas regaladas
a empresas y sorteadas en las últimas horas.
La fría
noche de junio será el motivo para algunos, pero la principal razón de la
escasa concurrencia es la falta de interés por el encuentro. El mal momento del
equipo en cuanto a resultados y rendimientos, sumado a la escasa jerarquía del
rival, hicieron un combo previsible: casi medio estadio vacío y poco clima de
partido.
Para disimular
el clima de teatro que ya se vivió en las tribunas en partidos anteriores, y
que fue más evidente contra Argentina porque el Centenario estuvo repleto,
desde la AUF optaron por generar un sonido ambiente artificial, que fue
demasiado evidente para los presentes.
Pese a
que nadie estaba cantando, se escuchó el histórico “soy celeste” por los
altoparlantes. La referencia al color era relativa, ya que pocas camisetas se
vieron en las tribunas. Entre los abrigos de invierno y la falta de casacas de
la firma Nike a la venta, está la explicación.