Una carta escrita a bordo del RMS Titanic por un pasajero
uruguayo y enviada desde Irlanda a su hermano el 11 de abril de 1912 será
subastada en Montevideo con un precio base de 12.000 dólares.
La pieza forma parte de un remate de unos 800 lotes de
platería criolla, militaria y documentos históricos que serán subastados de
manera presencial y en línea por la empresa Zorrilla entre el viernes 30 de
junio y el sábado 1 de julio.
Escrita en papel con membrete y marca de agua de la compañía
White Star Line, la misiva contiene dos folios con una mancha de humedad y una
nota posteriormente escrita por su receptor que dice: «Última carta que
escribió mi querido hermano Ramón. A los 3 días de esta, naufragó el Titanic,
pereciendo ahogado».
Sebastián Zorrilla, de Zorrilla Subastas, contó a EFE que la
pieza se encontraba hasta ahora en manos de la familia y que pasó por tres
generaciones.
«Hay alguien siempre en las familias que decide
congelar la historia en un remate y hacer que esta pieza que la atesoran
durante un tiempo y que nosotros atesoramos momentáneamente vaya a parar a
manos de un coleccionista o de un museo», explicó.
Por otra parte, apuntó que la noticia de que la carta se iba
a subastar hizo que fuera contactado por muchos coleccionistas de distintas
partes del mundo y aseguró que esta «ha despertado mucho interés».
Consultado sobre el precio que podría llegar a pagarse por
la carta, respondió: «Nosotros calculamos un valor de entre 15.000 y
20.000 dólares. Tiene una base de salida de 12.000 dólares. El precio es
impredecible, lo dirá un poco el mercado. Es un lote bastante difícil de
evaluar porque son piezas únicas».

Santiago Carbone / EFE
Dijo que estima que «muchos coleccionistas vayan a
pujar», aunque remarcó que los museos también quieren tener este tipo de
piezas, más teniendo en cuenta que no cree que haya muchas cartas escritas en
castellano.
En la carta, el uruguayo Ramón Artagaveytia Gómez le contó a
su hermano que deseaba llegar a Norteamérica y que estaba «seducido»
por el tamaño del «vapor de 45.000 toneladas» que hacía su primer
viaje.
«Al acercarnos ayer en el vapor estaba fresco como el
Río de la Plata, y al mirar para arriba me hacía el efecto de estar al pie de
una casa de cinco pisos. Al entrar había como 50 mozos. Uno me toma las
valijas, y por el ascensor (hay 3) subimos a mi piso en la cubierta B. El
comedor está en la D y más abajo hay otros», reza la misiva.
También relata que iban hacia Queenstown (Irlanda) a tomar
correspondencia, que deseaba ver Norteamérica y cuenta varios detalles del
barco entre los que destaca que algunos salones eran de madera esculpida, que
la comida era «muy buena» y que tenía una estufa eléctrica en su
camarote.
Ramón Artagaveytia Gómez, que tenía entonces 72 años, pereció en el naufragio.
Con información de EFE
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